Las lágrimas que se convirtieron en piedras de cruz

Una doncella española lloró la partida de su amado a orillas del río Laraquete, haciendo que el lugar hasta hoy sea místico.

La Región del Biobío fue donde indígenas y españoles se enfrentaron. Una joven española seguía a sus padres, que intentaban quedarse con tierras araucanas, sin saber que era observada por un toqui.

Una noche, el mapuche tomó una decisión: emboscó su carruaje y la raptó. El borde del río Laraquete, donde subsistía su tribu, se convirtió en su escondite.

La española fue tratada como princesa. Con el pasar de las semanas, la mujer se enamoró del muchacho, pero en el interior de la tribu la relación no era del todo aceptada.

Mientras él estaba de caza, en la tribu se decidió "secuestrarlo", para que así la mujer se alejara. Ese día, el joven fue abordado por sus compañeros, quienes lo escondieron en cerros cercanos al río. Durante varios días no regresó. Todos decían que se había extraviado, pero una noche una mujer narró como había muerto a orillas del agua.

Despavorida, la hispana corrió gritando, elevando plegarias a Dios y llorando. La chica avanzaba por las cristalinas y gélidas aguas intentando buscar consuelo ante la pérdida de su amor.

Sus lágrimas se convirtieron en piedras cruces, gemas que para los mapuche significan el alma de los guerreros muertos por los españoles. Los indígenas se acongojaron con su sufrimiento, recordaron a sus caídos en batalla, entendiendo que la madre tierra sentía el dolor que sufría la joven al conocer la muerte de su amado.

Gente de la tribu corrió para decirle la verdad, tras ellos, una machi metió en una calabaza las lágrimas convertidas ahora en piedras. Las rocas comenzaron a saltar al son de un kultrún ordenando que el hombre volviera.

A la mañana siguiente, el hombre llegó acompañado por otros mapuche. A lo lejos vio a su amor y corrió hacia a ella. El sentimiento que ambos se profesaban era puro y verdadero.

Las piedras cruces aún continúan en el río Laraquete, la única zona en Chile donde se pueden encontrar; se trata de gemas que sólo hay en cinco países del mundo y que para muchos tienen el carácter de amuleto.

COMPARTIR NOTA