"Eran muy solidarias y alegres las tres", nos confesó con el alma aún herida Patricia Reyes, auxiliar del Colegio Monte Tabor y Nazaret, de Lo Barnechea, lugar donde vio crecer a Bernardita (20), María Catalina (18) y Magdalena (16) Mozó Doren, quienes fallecieron el miércoles en un terrible accidente automovilístico ocurrido en la provincia de San Luis, en Argentina.

La tía Paty conocía a la Berni -como le decían sus amigas- desde pequeña y siempre vio un aura especial en la joven, que no pudo soportar la violenta colisión, muriendo en la Autopista de las Serranías Puntanas, a la altura de Liborio Luna, entre Villa Mercedes y Fraga (ver infografía abajo).

"Me acuerdo de su alegría, su sencillez, su saludo en la mañana para todos nosotros cuando entraba a la escuela. Era una niña muy especial", nos relató la mujer con los ojos cristalinos.

La mayor de la familia Mozó Doren era la más piola de las hermanas y siempre destacó por ser la matea del curso. Su responsabilidad incluso la llevó a ser la secretaria del Centro de Alumnos en su paso por la escuela.

Para Patricia, la mayor enseñanza que aprendió de la Berni en su paso por el cole, fue el espíritu solidario: "Su vida era ayudar al prójimo. Yo hablaba harto con la Bernardita de la vida y ella siempre estaba preocupada de ayudar a la gente, de entregarles una sonrisa".

Preocupada de lo social, la estudiante de Derecho de la Universidad del Desarrollo ingresó a misiones y asistió en innumerables ocasiones a arreglar alguna casa, luego de inscribirse en los trabajos de invierno.

En una ocasión y producto de su cercanía con Patricia, llegó hasta el hogar de la, hasta ese entonces, auxiliar de su establecimiento.

"Compartimos en mi casa con la Bernardita, ya que fue con un grupo del colegio a hacernos una fiesta de Navidad en Cerro Navia, donde yo vivo", recordó emocionada la ayudante.

Agregó que "nos sacamos una foto y ella me la dio de obsequio. Un día me la trajo en un papel de regalo al colegio y la puse altiro en mi casa".

La familia Mozó Doren aún vive angustiada por la salud de la madre de las criaturas, Bernardita Doren, hospitalizada en estado crítico, y Patricia no ha despegado un ojo de la tevé o las noticias, esperando que vuelvan a recuperar la sonrisa que los caracterizó en el establecimiento.

"Es un matrimonio unido y que siempre estaba preocupado de todo el mundo. Lo único que me queda decirles es harta fuerza, nomás para que salgan adelante de esto", aseguró Paty.

Según la policía argentina, el accidente habría ocurrido por el exceso de velocidad que llevaba el auto de la familia chilena. Datos preliminares indican que el vehículo llegó a los 200 kilómetros por hora.

La madre de las víctimas, Bernardita Doren (47), se encuentra internada en el Hospital trasandino Juan Domingo Perón de Villa Mercedes, con un politraumatismo grave. Los 14 familiares que viajaron ayer a Mendoza no descartaron trasladarla a Santiago, aunque dependerá de su evolución médica.

El cónsul de Chile en Mendoza, Eduardo Bonilla, aseguró que el padre, Álvaro (51), "se encuentra aún en estado de shock". Ya sabe las consecuencias del accidente, aunque no habría hablado desde que ocurrió la tragedia.