El remedio le salió peor que la enfermedad a un vecino de Arica, el que por dejar su auto con la llave puesta para arrancar en caso de maremoto, sufrió el robo del vehículo.

El choreo se produjo en la población Tierras Blancas, una zona donde una ola gigante no dejaría a nadie vivo y ni un palo parado.

Por lo mismo, el vecino todas las noches antes de meterse al sobre dejaba su auto enganchado en primera y con la llave puesta en la chapa, listo para picarla hacia un sector seguro.

A tanto llegaba el temor del compadre por ser arrastrado por el mar que el candado del portón tampoco lo cerraba y la puerta la dejaba sin picaporte. Terrible asegurado.

Pero el urgimiento no hizo más que ponerle la papita en la boca a un grupo de domésticos que aprovechó las "medidas de seguridad" para entrar a la casa sin golpear y pelarse el auto sin necesidad de reventar la chapa.

Los pungas sólo tuvieron que saltar la pandereta y abrir el portón, ya que el vehículo se lo llevaron con el puro vuelito.

El afectado denunció el robo de su automóvil a Carabineros y tuvo la suerte que los polis se movieron rápido y lo recuperaron pocos minutos después.

En la diligencia, los verdes arrestaron a un cabro chico que fue formalizado por el delito de receptación.