La auxiliar de enfermería, Cecilia Retamales (48), no se olvidará nunca más del fatídico 4 de febrero en que unos maleantes le robaron la billetera en el sector de Parque Bustamante a la altura de Bilbao, en Provi.

Iba a tomar el Metro de vuelta a Puente Alto, donde reside junto a su dos brocas, pero debido al percance al final terminó yendo directo al Mall Plaza Tobalaba, lugar donde se dio la molestia de cancelar una por una todas sus tarjetas de multitienda, crédito y bancarias.

Más relajada al creer que estaba a salvo, partió de vuelta a su hogar, donde no alcanzó a colgar la cartera y le sonó el teléfono. Era un ejecutivo de su banco que la llamaba extrañado porque cada 3 minutos compraban bencina en alguna bomba con su tarjeta de crédito.

"Yo creo que después que me robaron, los ladrones partieron para La Florida, porque compraron con mi tarjeta en todas las bombas de bencina del sector de Trinidad", alega la víctima, que se gana los porotos cuidando un enfermo terminal.

Pese a haber bloqueado las tarjetas como corresponde, igual le aparecieron cobros por sobre las 200 lucas, los que la llevaron a caer en el maldito Dicom.

Tras conseguir todos los recibos donde los bandidos usaron su tarjeta, partió con todos los papeles al Sernac y logró comprobar que las compras habían sido hechas con las tarjetas ya bloqueadas.

Actualmente, cuando la deuda que la tiene en Dicom es de sólo 60 lucrecias, Cecilia aún exige justicia.

- Salió peleadora, Cecilia.

- ¡Es que lo encuentro el colmo! Hice todo lo que dicen que hay que hacer cuando te roban e igual compraron con las tarjetas bloqueadas y sin mostrar mi carné de identidad.

- ¿Qué le dice eso a usted?

- Que los bancos pasan por encima de sus propios contratos.

- Ahora se viene el Sernac financiero para casos como el suyo.

- Sí y estoy feliz. Que finalmente fiscalicen a los bancos y hagan justicia para que no hagan más lo que quieran con la gente pobre.

"EL CONSUMIDOR MAL INFORMADO PUEDE TERMINAR COMO VÍCTIMA"

"En una economía como la nuestra, en la que hay productos y servicios cada vez más sofisticados y difíciles de entender, los consumidores pueden terminar siendo víctimas por no estar debidamente informados", verseó el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, en el anuncio del proyecto de ley.

Según el ministro, el atado que motiva esta misiva es que las entidades bancarias y otras instituciones que prestan lucrecias a la barra pop no están fiscalizadas como se debiera, sobre todo en el tema de información al cliente. "Pedir un crédito no es pedir un favor, los consumidores deben hacer valer sus derechos", remató el mandamás.