Ahora sí que se les acabó la fiesta a los inconscientes que conducen con copete en el cuerpo. Esto porque la Presi Michelle Bachelet finalmente promulgó ayer la Ley Emilia, que secará en la cárcel a los cufifos del volante.

La modificación a la Ley del Tránsito fue timbrada por la Mandataria, quien estuvo acompañada de Benjamín Silva y Carolina Figueroa, papis de la angelita que inspiró la norma, junto con los ministros de Transportes y Telecomunicaciones, Andrés Gómez-Lobo, de Justicia, José Antonio Gómez, y de la Secretaría General de la Presidencia, Ximena Rincón.

En la ocasión, las autoridades recalcaron la dureza de sus penas, que entre otras condenas, dejará mínimo un año en la cárcel, sin derecho a ninguna apelación, a quienes causen un accidente y generen lesiones gravísimas o la muerte de terceros (ver infografía).

"Aunque sabemos muy bien que el endurecimiento de una ley no borrará el daño a las víctimas ni el dolor de esas familias, al menos contribuirá a que el sufrimiento por un ser querido no se sume, además, el sentimiento de injusticia y de impunidad frente a los responsables", indicó Bachelet.

La Presi agregó que la ley "busca reducir de manera significativa las estremecedoras cifras de accidentes de tránsito y las profundas tragedias que provocan".

Según cifras entregadas por la misma Mandataria, en Chile el alcohol está presente en el 20% de los accidentes de tránsito con víctimas fatales, eso sin contar que cinco personas mueren al día por esta razón y los accidentes viales son la primera causa de muerte entre los niños de 0 a 14 años.

La Ley Emilia tendrá vigencia inmediata, por lo que hoy, apenas se publique en el Diario Oficial, comenzará a regir. En ese sentido, las Fiestas Patrias serán la prueba de fuego para agarrar a los primeros giles que se pondrán el traje a rayas por manejar con la pipa.

Carabineros destaca su “efecto disuasivo”

El coronel Víctor Cancino, asesor de la Dirección de Fronteras y Tránsito de la policía uniformada, explicó que la nueva ley "viene a reforzar el esfuerzo de Carabineros y otros organismos en combatir la conducción con alcohol".

Agregó que esperan que provoque un "efecto disuasivo que afecte positivamente la conducta de los conductores, a raíz de las nuevas penas que se aplican".

El oficial verde añadió que el año pasado realizaron 20 mil exámenes anticopetes para estas fechas, detectando a 841 conductores que manejaban en estado de ebriedad.

Aclaró que desde el viernes se están haciendo fiscalizaciones con apoyo de Senda en las 15 regiones del país. Además, indicó que se reforzaron los procesos de control en las carreteras, caminos y calles del terruño.

Cárcel efectiva de al menos 1 año

Los conductores en estado de ebriedad que generen lesiones gravísimas o la muerte de terceros, pasarán un calendario completo en la cárcel, sin derecho a ningún tipo de pataleo. Para acceder al beneficio de la libertad condicional, recién podrán hacer el intento cuando cumplan 2/3 de la pena. Cabe destacar que también se aumentó el nivel máximo de la pena en los casos antes descritos, por lo que los autores arriesgan un presidio de tres años y un día a diez años.

Papis de Emi al fin celebran

Carolina Figueroa y Benjamín Silva, padres de la fallecida Emilia, estuvieron en La Moneda, y valoraron la promulgación de la ley en honor a su hija. "Estamos contentos de establecer una señal clara para la sociedad. Ante todo responsabilidad social, una máxima simple: Si usted toma no maneja, porque causa un daño irreversible a una cantidad de familias que no se pueden recuperar nunca más", señaló Carolina. Por su parte, la ministra secretaria general de la Presidencia, Ximena Rincón, señaló que "esta ley permitirá que los conductores irresponsables que manejan en estado de ebriedad, y que han causado la muerte de personas inocentes, no queden impunes".

Así de “blanda” era la ley antes

La Ley de Tránsito, antes de esta modificación, establecía penas bastante más "blandas" a los cufifos al volante. Por ejemplo, quien provocaba lesiones graves, debía cumplir reclusión en su grado mínimo, multa de once a veinte UTM, y la suspensión de la licencia de conducir de cuatro a ocho meses. Si se causaba la muerte, se imponía la pena de reclusión menor en su grado máximo, multa de ocho a quince UTM, y la suspensión de la licencia para conducir por el plazo que determinara el juez, que no podía ser superior a veinticuatro meses.