Ojo, veraneante: conoce la historia de la maldición de Lican Ray

Entre bosques indómitos y las tranquilas aguas del Lago Calafquén emerge el poblado de Lican Ray, en la Región de La Araucanía.

Durante gran parte del año, pocos son los que habitan en este sector de la ruta interlagos, que guarda un secreto entre sus islas a los pies de volcán.

Cual ojo vigilante, el macizo Villarrica observa todo lo que sucede en las polvorientas calles del pueblo.

Quizás es el único testigo concreto de una leyenda que durante años ha ido de boca en boca por toda la región.

En tiempos de la colonización española, el poderoso cacique Curilef tenía una hija que llamaba la atención de todos por su belleza y juventud.

Durante años, Curilef cuidó que nadie lejano a su círculo de confianza se acercara a Lican Ray.

La heredera era protegida a sol y sombra, pero la llegada de los soldados hispanos cambió todo.

Lican Ray era una muchacha muy cortejada por los mapuche. Varias veces fueron a pedir su mano, pero Curilef siempre se negaba.

Con su hermosura llamaba la atención de cualquiera, fue así que una mañana, un capitán español la encontró a orillas del lago mientras ella se bañaba.

Asustada, Lican Ray intentó escapar, pero el hombre la convenció de que no quería hacerle daño.

Pese a no hablar el mismo idioma, lograron entenderse y comenzaron a reunirse cada mañana en el mismo sitio durante varias semanas.

Ambos se enamoraron perdidamente y durante meses vivieron un amor clandestino, hasta que un día decidieron escapar, lo que significaba la muerte de ambos en caso de ser descubiertos.

Un hecho que provocaría del furia del pueblo mapuche.

El escape

En un anochecer de luna llena, Lican Ray y el europeo comenzaron su huída, cegados por el amor.

Juntos llegaron a las orillas del lago para subirse a la balsa que los podía llevar a la libertad.

Eligieron uno de los tantos islotes que adornaban el tranquilo firmamento del Calafquén para consumar su amor, mientras en el pueblo todos buscaban a los fugitivos.

Durante dos días la comunidad recorrió la zona sin éxito. En paralelo, la pareja dichosa de cariño se entregaba al amor.

La luna miraba como cómplice las peripecias de ambos para aguantar lo máximo posible una captura que parecía inminente y fueron las condiciones climáticas de la tercera noche las que casi arruinan todo.

El intenso frío hizo que los enamorados prendieran una fogata, la cual fue divisada desde el otro lado del lago, sin advertir que todo el clan mapuche estaría en busca de Lican Ray.

La maldición

Mandados por el cacique Curilef, los indígenas subieron a sus balsas y comenzaron a internarse en el silente lago para traer de regreso a la princesa.

Pero el amor fue más vivaz y los tortolitos alcanzaron a escapar a otra isla.

Cuando fueron encontrados por una machi del clan el miedo en la cara de Lican Ray era evidente.

Pero lejos de entregar a la joven para que fuese asesinada, la curandera optó por ayudar a la muchacha por el fuerte lazo que las unía.

La machi lanzó una maldición contra todo aquel que osara tocar la balsa de los enamorados.

El que palpara la embarcación se convirtería en isla de forma inmediata.

Así, ante la arremetida de los indígenas y los intentos por atrapar a Lican Ray, cada persona que alcanzaba la pequeña nave se convirtió en un trozo de tierra, mientras la huída de ambos continuaba.

Avanzando por el extenso lago Calafquén, la joven junto al capitán español fueron pasando por los diferentes islotes hasta el mar, pudiendo vivir su amor libre para siempre y lejos de todos los que se opusieron a su unión.

Cuentan los habitantes de Lican Ray y localidades cercanas que las noches de luna de llena se escuchan voces de una mujer en el lago.

Incluso, algunos señalan que la silueta de la pareja aún circula por islas que adornan el Calafquén durante las madrugadas.

Además, la gran cantidad de islotes que forman parte de las aguas del lago serían producto del hechizo que realizó la machi para ayudar a Lican Ray en su huída.

En temporada estival, la localidad recibe a más de 25 mil turistas que dichosos disfrutan de las tranquilas aguas del Calafquén, el turismo aventura, termas y otros panoramas para desconectarse del mundo por unos días.

Su cercanía con Villarrica, apenas 25 kilómetros, ponen a este poblado como uno de los principales polos turísticos del sur.

Y si tiene en mente viajar a la zona, recuerde que el próximo sábado 10 comienza la luna llena de febrero.

Quizás tiene suerte y escucha el sonido de la voz de Lican Ray huyendo junto a su amor.

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