"Tranquila" y sin una astilla de vidrio en su cara quedó la senadora Lily Pérez tras el peñascazo que pasada la una de la tarde de ayer le tiraron a su automóvil cuando viajaba desde Quillota a Valparaíso.

El piedrazo impactó de lleno en el parabrisas de la camioneta Hunday Santa Fe, por lo que el chofer de la parlamentaria sufrió cortes en las piernas. La senadora de la Quinta Región Cordillera, entre tanto, resultó sin pifias, sólo con molestias en el cuello debido a la chantada de emergencia.

Antes de partir a constatar eventuales lesiones, la senadora de Renovación Nacional (RN) se dirigió a su sede parlamentaria, donde se juntó con el jefe regional de Investigaciones, prefecto Gilberto Loch, quien ordenó peinar el sector del ataque para hallar al culpable.

Tras el encuentro con el oficial, Pérez murió pollo. "No quiero decir nada y ahora voy al médico. Entiéeeeendanme, no quiero hacer declaraciones, pero estoy tranquila", dijo la política y publicista de 47 años.

La senadora luego se dirigió al Cuartel Uruguay de la PDI, donde el jefe de Sanidad de la policía civil, José Vicente Roselli, se encargó de examinarla.

El médico señaló que debido al pencazo y a la chantada la parlamentaria "quedó shokeada y con una elongación de cuello que derivó en una cervicobraquialgia con trastorno de sensibilidad en su brazo y crisis hipertensiva".

En español, tuvieron que ponerle un cuello ortopédico modelo.

En un rápido operativo realizado en el kilómetro 25 del Camino Troncal Sur, detectives a bordo de cuatro carros agarraron a tres sospechosos de tirar los camotazos desde el puente Ramón Ángel Jara.

Se trata de dos cabros de 14 y 16 años y un pailón de 18. La policía civil informó que los cumas tienen ficha y que en la casa de uno de los detenidos fue encontrada una escopeta recortada.

"Lo concreto hasta ahora es que tenemos a tres detenidos, uno de ellos de 18 años, uno de 16 y otro de 14, todos con antecedentes policiales. Uno de ellos tenía un encargo por fugarse desde el Centro de Diagnóstico y Tránsito (CDT) de Playa Ancha", señaló a La Cuarta el prefecto Gilberto Loch.

El alto oficial no descartó que el piedrazo se haya tratado de un ataque premeditado en contra de la senadora peloláis.