Mientras Ezequiel Lavezzi, Nicolás Otamendi, Matías Kranevitter o Gabriel Mercado pasaban por zona mixta sin dar declaraciones, Lionel Messi se frenaba con cuánto periodista se lo solicitaba. Sí, hermano, el mundo al revés. Quizás fue porque en las primeras cuatros fechas de eliminatorias el "10" no pudo jugar ningún partido, aunque también está la posibilidad de que sea el mejor jugador del mundo y por eso entiende cómo es el tema.

"Sufrí viendo a mis compañeros desde afuera. Se hace difícil. Fueron cuatro partidos por eliminatorias, mucho tiempo, pero estoy contento por haber vuelto. Lo importante es que pudimos dar vuelta el 1-0 y después aguantamos y nos llevamos los tres puntos", la comenzó el crack frente al micrófono.

Es que el crack se echó al equipo al hombro. Si bien no se mandó uno de esos partidos que acostumbra hacer en el Barcelona, el "10" apareció cuando debía y manejó la pelotita a su antojo. ¿Para qué más? Con los tres puntos en el bolsillo no era necesario pegarse sus trucos.

"No era fácil por cómo se dio la situación. Comenzamos perdiendo 1-0 rápido, pero tuvimos la personalidad y las ganas de darlo vuelta. Aguantarlo al final tampoco era fácil. Creo que el segundo tiempo Chile nos robó la pelota, nos metió en un arco como era lógico buscando el empate, pero pudimos aguantarlo y sacar los tres puntos que es muy importante", la filosofó.

¿Fue una revancha por la final de la Copa América? "No, ya está. No podemos quedarnos con eso como tampoco nos quedamos con la final del Mundial que se perdió. Era importante para acomodarnos en la eliminatoria poder ganar estos 6 puntos para estar tranquilos y pensar en la Copa América que viene", la cerró.