Era el año 1970. El pequeño Lenin Stalin Arroyo Vega estaba junto a su familia, ligada de por vida al Partido Comunista, en una iglesia católica listo para ser bautizado.

"¿Cómo se llamará el niño", preguntó el curita.

"Lenin Stalin", le respondieron de inmediato sus padres.

"¡Salgan de aquí! Con esos nombres juntos no lo puedo bautizar. Vuelvan cuando tenga algún nombre católico", les contestó el sacerdote, según Lenin.

Al poco tiempo la familia volvió y lo bautizaron como Lenin Antonio. "Por eso aparezco con ese nombre en la partida bautismal", explicó a La Cuarta el ex corresponsal de Canal 13 en Rancagua, quien hoy, pese a sus nombres de tinte rojo, es funcionario de la administración de Sebastián Piñera, desempeñándose como periodista en la Intendencia de O'Higgins que encabeza Rodrigo Pérez Mackenna.

"Mi familia siempre ha estado ligada al Partido Comunista, mi abuelo fue dirigente ferroviario y fue perseguido en los tiempos de González Videla. Con mi madre y unas tías vivimos muy duro el golpe militar, con allanamientos a mi casa, agentes de la CNI vigilándonos, detuvieron a mi madre el año 1974 y estuvo cerca de un año encarcelada. Había toda una historia de militancia en mi familia, lo que me llevó a formarme en ese ambiente político", contó.

"En 1985 mis padres decidieron enfrentar el gobierno de Pinochet cuando yo tenía 16 años. Me integré a las Juventudes Comunistas y los ojos de la CNI se fijaron en mí. En 1988 fui detenido y encarcelado por supuestas ofensas a Carabineros de servicio, pero ellos venían siguiendo mi vida desde hace tiempo, y lo único que querían era encerrarme", dijo el periodista.

En 1989 se retiró de las JJ.CC. porque él quería votar por Aylwin y los mini rabanitos lo vieron con malos ojos.

- ¿Cómo llegaste entonces a trabajar en el gobierno de Sebastián Piñera?

- Luché mucho por recuperar la democracia, nos prometieron la alegría, pero me di cuenta de que había mucha corrupción. La Concertación me persiguió y me alejé de la izquierda. Me llamaron a trabajar acá y estoy muy agradecido del Intendente y el Presidente Piñera, porque nunca han cuestionado en qué partido milité algún día, o por qué me llamo Lenin Stalin.