EL 18 de julio es una fecha que aún le trae pesadillas a Jonathan Vásquez, Karina Catalán, Sebastián León y Antonio Rebolledo. La imagen de Israel Huerta les quita el sueño y hoy todos están bajo tratamiento sicológico para poder sobrellevar la infernal balacera que casi acabó con ellos en la estación Plaza de Maipú.

"No me he podido subir más al Metro. Ojalá algún día Dios me permita tomar un vagón y hacer un viaje sin miedo, pero me trae tantos recuerdos que ni acompañado me atrevo a viajar", confesó Jonathan (20), quien recibió un disparo en el tórax y en su sien derecha tras el arranque de ira de Israel Huerta.

La imagen del ex auxiliar de aseo de la PDI apuntándole con su pistola CZ lo persigue día y noche. Ni la compañía de sus padres, que no lo dejan en ningún momento en su hogar, ubicado en Quinta Normal, lo tranquiliza.

"A veces me vienen imágenes de lo que ocurrió ese día. Veo el rostro de Huerta, siento el sonido de los disparos y me da pena", relató el fanático de Colo Colo.

"Pechito", como le dicen sus amigos, sólo se mueve por Santiago en auto. Ni a una micro se atreve a subir, porque "uno nunca sabe lo que puede pasar. No sabes qué persona está a tu lado".

El ayudante de topografía no aguantó más las náuseas que sentía cada vez que recordaba el espantoso suceso y decidió empezar hace un mes un tratamiento sicológico que dispuso el Metro.

"Comencé a ir hace poco. La sicóloga me ha dicho que no haga cosas de las que no me siento capaz como tomar el Metro", aseguró.

No es lo único que ha realizado el Metro, ya que también les facilitó un auto a los afectados, para que puedan ir a la Mutual de Seguridad de Pajaritos.

La ropa que utilizaba ese día se fue directa al tacho de basura, como sus ganas de seguir trabajando. Debido a la gravedad de su lesión lleva dos meses sin pega, algo que tiene bajoneado al afectado. "Quiero trabajar. Hacer algo, porque necesito comenzar a dejar atrás lo que viví. Tengo que rehacer mi vida", afirmó.

HELADO

Vásquez recibió el alta médica el 29 de julio y con sus familiares observó las imágenes que impactaron a todo un país: "Fue súper fuerte. El momento que más me impactó fue cuando me vi lleno de sangre pegándome contra la pared. Yo no me acuerdo de ese momento".

Pero el joven rescata algo de esa terrible acción: la unión con el resto de los heridos. "Yo hablo siempre con Antonio, nos hicimos bien amigos. Él está igual de mal que yo, pero por lo menos podemos conversar harto de lo ocurrido", confidenció.