La tercera versión de la fiesta Mysteryland, que reúne durante tres días a los amantes de la música electrónica, se vio opacada por la muerte de un joven, hecho ocurrido en la madrugada del domingo.

Pablo Rojas Villarroel (18) fue al evento de Picarquín en compañía de un grupo de amigos cuando sufrió una  fatal descompensación.

"Hemos conversado con los acompañantes de este joven, que son otros jóvenes del mismo sector donde vive este niño que nos dan cuenta que efectivamente habría consumido algún tipo de sustancia alucinógena (LSD). Sería una de las hipótesis de su fallecimiento", dijo a CHV el subprefecto Juan Sánchez, jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI de Rancagua.

En un comunicado la productora del festival, Street Machine Chile, esplicó que "una persona de sexo masculino, que no portaba identificación, fue llevada hasta uno de los puestos de primeros auxilios dispuestos en el lugar".

Luego de recibir ayuda,  el joven oriundo de Concón fue trasladado hasta el Hospital Regional de Rancagua, donde murió a las 5.10 de la madrugada producto de cuatro paros cardiorrespiratorios.

La organización de la fiestoca lamentó el deceso y señaló que “desde ya, acompañamos en su dolor a sus familiares y amigos”.

Ahora se está a la espera de que el Servicio Médico Legal entregue resultados de la autopsia para saber las reales causas del fallecimiento del joven hincha del Wanderers.

TOLERANCIA 0

En su reglamento, Mysteryland indicaba que es “un festival de tolerancia 0, no puedes ingresar drogas al festival. Si eres sorprendido con ellas serás entregado a las autoridades pertinentes”.

En cuanto a líquidos, lo único permitido eran 500 ml. de alcohol por persona transferidos a una botella de plástico, 1.000 ml. de bebida por persona (jugo, agua, bebida) y un six pack de cerveza en latas de 350 ml. por persona. Eso sí, vendían copete adentro, pero era más caro.

Matías Tripailao (28) es un joven que participó del festival y dice que durante los tres días durmió poco porque la música partía a las 12  horas y terminaba a altas horas de la madrugada.

Si bien admite que la organización fue buena, explicó que “revisaban poco por el volumen de gente. A lo más te hacían abrir la maleta. Yo creo que lo que más había era marihuana, otras cosas, no sé”, dijo al diario pop.