Dicen que si todos los chinos saltan al mismo tiempo, podrían mover el eje de la Tierra. Imagínese la cantidad de comida que se mandan a guardar los más de mil 300 millones de habitantes del gigante asiático.

Los chilenos que miran a huevo las patitas de pollo no cachan nada de la vida, porque la exportación a China de ese humilde bocado es un negocio millonario.

Este año Agrosuper espera venderles a los carita de chapsuí 7 mil toneladas de garras de pollo por 11,2 millones de dólares, un corte más chico y limpio que las patitas que nos comemos acá.

También mandan cuatro mil toneladas de alitas, que junto con los interiores, deleitan el raro paladar de los mechitas de clavo.

El gerente de exportaciones de la empresa, John Lüer, contó que desde 1995 envían embarques de garras que ellos cocinan de siete formas diferentes, desde la sopa hasta el cartílago sin hueso.

Lo cuático es que los chinos prefieren las garras a cortes a los que en Chile les hacemos chupete, como la pechuga o los trutros.

TURISMO Y TRADICIÓN

Lüer viaja a China dos o tres veces al año. Allá son fanáticos por las garritas chilenas que "comen todo el día: En el desayuno, el almuerzo y la comida".

El experto dijo que hay caleta de diferencia entre las grandes ciudades y la China profunda. "Cuando estás de turista en un hotel no ves eso, pero cuando vas al interior, ves que comen muy balanceado y las garras están presentes en la dieta todo el día. Es un mundo totalmente distinto al nuestro. El turista ve mucho parecido a occidente, pero en la China tradicional siguen en bicicleta".

- ¿Qué le llamó más la atención?

- China interior es como un viaje al pasado. Si alguien es rubio de tez blanca, la gente en la calle lo sigue y le toca el pelo.

- ¿Qué preparación te gusta más de las patas?

- Yo las tiro arriba de la parrilla.

Sobre el "porqué" de tanto consumo, el ejecutivo explicó que la alimentación en China tiene "mucho que ver con la salud. Comen las patas de pollo y los interiores porque son ricos en colágeno. El pan que comemos nosotros de harina de trigo no lo conocen. En la China tradicional comen pan de arroz tipo suflé inflado, y es una cuestión bastante insípida, porque no le echan sal. Todo lo aderezan con soya".

John recalcó que la presentación del producto que venden está muy cuidada. Es limpio y bonito, no como lo hacían otros exportadores que "hace 15 años enviaban cualquier cosa. China era un basurero. Hoy los chinos exigen calidad y están pagando por esa calidad".

- ¿Y antes?

- No. Incluso antes en las ciudades había ferias donde uno encontraba para comer de todo lo que se moviera: Gatos, pollos, pájaros, palomas, alacranes, gusanos. Todo lo que fuera comestible se ofrecía, pero a medida que se fueron occidentalizando, esos lugares los cambiaron por cadenas de supermercados.