Crónica

Los tankinis causan cualquier furor entre las extra lindas

Desde que las mujeres comenzaron a bañarse en público, a fines del siglo XIX en Europa, que el diseño de la ropa que las cubre ha cambiado.

En un comienzo las prendas eran bien cartuchas y las minas apenas mostraban los tobillos, pero el tiempo relajó las costumbres hasta que en los años 60 se masificó el bikini, que en Chile y en varias partes del mundo fue condenado.

Dicha prenda ahora ofrece diversas variedades como el hilo dental, el monokini (topless), la tanga, los microbikinis, o los calzones tipo colaless.

Hace cinco años llegó a nuestro país otra variación del bikini que unió ambas partes del traje de baño, convirtiéndolo en un "trikini", cuya gracia es lo bien que se ve, pero el bronceado que genera es disparejo.

La última chupada del mate que este verano se masificó en el país es usada principalmente por mujeres extra lindas. Se trata del tankini, cuyo nombre nace de la mezcla de tank top (peto) con bikini, y no tiene nada que ver con la denigrante palabra "tanque".

De acuerdo a la diseñadora de trajes de baño Betty Sánchez, el término en español debería ser "esbeltkini", y explicó que lo usan mujeres recatadas con harta pechuga que pretenden tapar imperfecciones en su guatita como estrías, celulitis o cicatrices de abdominoplastías.

La dueña de Tiranghas.cl agregó que los tankinis que ella ha creado tienen la gracia de estilizar la silueta porque rescatan las curvas de la cintura.

Más tranquilas

De todos modos Betty diferenció a los tankinis de los trajes de baño de una pieza, porque considera que estos últimos "no estilizan la figura y los usan mujeres de más de 45 años".

Mientras tanto, la diseñadora de trajes de baño Francisca Ossio, cree que son útiles y explicó que si la mujer quiere tomar sol se puede subir la polera hasta bajo el sostén y listo.

"Son buenos para las mujeres que no están muy conformes con su cuerpo, con un tankini se pueden sentir más tranquilas de sí mismas, y eso es bueno", concluyó.

Diferente es la opinión de su colega Carmen Gloria Rojas, quien prefiere un lindo traje baño de una pieza a un tankini.

"Yo no hago tankinis, no me gustan, pero está bien si una mina más gordita se siente más cómoda con uno, aunque considero que es como bañarse con polera. A mí me gustan los bikinis", explicó.

"Cuando viajas, ves gente mayor con bikini y no hay nada más rico que quemarte la guata, mientras que con el tankini te queda la guata mojada", agregó.

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