Una profunda depre llevó a que Jacqueline Albornoz (42) tomara una errática y terrible decisión: Matar a su hijita  de 9 años e intentar el suicidio y para ello la dueña de casa y dirigente vecinal utilizó el gas de cañería que emanaba de su propia cocina. Pero sólo la peque falleció.

El hecho sólo fue descubierto por personal de Carabineros durante la mañana de ayer luego que vecinos del Cerro Florida de Valparaíso, donde vivían, alertaron a la policía después de ingresar a la vivienda.

La madre, según sus familiares, estaba aquejada desde hace algún tiempo por una potente depresión. La enfermedad sicológica iba en aumento a raíz del suicidio de su hijo Alejandro (21) en el mes de mayo. Desde entonces, la afectada recibía tratamiento psiquiátrico. Vecinos contaron a La Cuarta que sus problemas mentales se agudizaron por sus constantes problemas de pareja. Agregaron que la intención de la mujer era suicidarse en compañía de su hija con el tóxico gas para reunirse en el Cielo con su otro hijo.

DILIGENCIAS

Al lugar de los hechos llegó personal del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar), el Servicio Médico Legal de Valparaíso y el fiscal de turno Samuel Núñez.

"El Ministerio Público está investigando junto al Labocar un presunto parricidio, este es un delito muy grave. Hay circunstancias que hay que investigar como una depresión y algunos otros antecedentes, pero hasta el momento tenemos una niña fallecida aparentemente por intoxicación de gas", señaló Núñez.

La madre de la menor quedó internada en el Hospital Carlos Van Buren debido a que también resultó intoxicada con gas.

"La madre está detenida y veremos si el control de detención es mañana en el tribunal o en el hospital, depende de cómo evolucione la mujer", explicó el fiscal.

La niña, F.D., estudiaba en cuarto básico en el Colegio Nuestra Señora de Lourdes ubicado en el Cerro Alegre.

F.Bonifaz / R.Henríquez