Tras ser violentamente agredido por dos jóvenes, Luis Lillo (24) aseguró que se trataría de un ataque homfóbico, debido a su condición sexual y que al momento de ser golpeado en una micro del Transantiago llevaba puestas unas zapatillas moradas.

Además de las heridas -triple fractura de nariz-, la madre de la víctima, Yohana, reveló diversas secuelas de carácter psicológico.

"Uno le habla del tema y llora, no para de llorar. Me da miedo, me da pena verlo como está. Está mal psicológicamente, estas dos noches no ha dormido", dijo la mujer, en entrevista con Mucho Gusto.

Pese a su embarazo, Yohana decidió acompañar a Luis durante los últimos días. "No he ido a la posta porque tengo apoyar a mi hijo. Me necesita, y yo por mí no veo ahora", aseguró.

"Pensé que nunca le iba a suceder esto a él. Nosotros conversábamos estos temas, le decía que hay gente que no acepta su condición. Me dan ganas de tener a esos tipos al frente mío... no sé lo que haría", continuó.

Sobre la prisión preventiva que la justicia decretó para los agresores, Yohana indicó que "pediría la pena máxima para ellos, porque van a seguir pasando estas cosas. La gente no tolera otra condición sexual (...) si el chófer no ayuda a mi hijo lo hubieran matado".

Además, relató el momento del incidente: "él venía sentado, venía tranquilo y ahí empezaron a molestarlo porque mi hijo es gay. Se ensañaron por él porque llevaba sus zapatillas moradas y usa aros".

"Ya no sé qué más decir, estoy mal por la situación, verlo como está. No puede dormir en la noche, despierta llorando (...) aparte de la golpiza le dijeron muchas cosas feas", sostuvo.

"Siempre lo he protegido a él, porque él lo necesita más que mis otros hijos. Ahora estoy viendo como apoyarlo. Como ha sido siempre, pero ahora será mucho más. No sé cómo voy a poder superarlo (...) su vida pasó en un minuto, pensó que se iba a morir. Pensó en mí, pensó en todo", cerró.

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