Pasó Nochebuena y tal vez hoy tienes invitados a cenar: amigos secretos y la compra de regalos ya se acabó; pero lo que sin duda sigue es el cansancio y el estrés, aún falta Año Nuevo.

Casi todas las mujeres somos "víctimas" de los preparativos, sin duda, nos gusta juntar a nuestra familia, pero vamos corriendo para combinar trabajo, compras y cenas. Pero esta carga se transforma más dura si tenemos familiares que no se hablan entre sí o lamentablemente ya no están con nosotras.

Recuerda que es normal sentir algo de estrés por estos días, ya que la sobrecarga de actividades muchas veces nos sobrepasa, de ahí que debemos estar atentas con lo que pasa en nuestro cuerpo, si tenemos pena o insomnio. Mi consejo es que priorices, aprende a decir "no" y a planificar y resolver lo que es más importante.

Si darás los abrazos con un asado de fondo, delega y que otra persona compre la carne, el carbón, las bebidas y tragos. Debes disfrutar la noche, pide ayuda a todos los que lleguen a tu casa para poner la mesa, lavar platos y ordenar, planifica las cábalas, no busques a las 11.30 lo que necesitas.

Aunque estés cansada, levántate temprano para no ir justa de tiempo, pero trata de dormir 8 horas. Comparte tus preocupaciones, no estás sola, siempre hay alguien que te dará una mano.