Más que dura se le pone la cosa al último campeón de la tradicional Vuelta Ciclista de Chile, Marco Arriagada. Y todo porque los teclos de la Unión Ciclista Internacional (UCI) lo chupetearon de haberse pichicateado cuatro veces en la prueba criolla y otra vez en similar competencia realizada este año, en República Dominicana.

Pero el sapeo no es nada, sino que la UCI además pidió a la Federación Chilena del pedal que le aplique al curicano una severa sanción, que lo inhabilitaría para ponerle güeno arriba de la chancha durante los próximos 4 años.

Arriagada se fue de negativa y dijo que jamás, nunca, se le ha pasado por el mate hacer cuchufleta en las competencias, e incluso amenazó con abandonar la práctica pedalera for ever, ya que acusa 35 peras y cuando cumpla la pena bordeará las cuatro décadas, lo que le restaría posibilidades de agarrar algún podio hasta en la serie de los puchos lacios.

La UCI, que calificó la situación de recontra grave, reiteró que los exámenes de sangre aplicados al cletero fueron contundentes, puesto que arrojaron la presencia de sustancias anabolizantes, denominadas metabolitos de estanozolol, las que sobrepotencian a los deportistas en cualquier disciplina. Con estos antecedentes, el organismo que la lleva en el orbe cicleto, resolvió exigir a su afiliada chilensis la aplicación de un castigo draconiano.

Arrigada se puso tolompas largos al debutar en el profesionalismo en 1996, con 19 años, y rapidito alcanzó figuración nacional e internacional, collereando incluso en los Juegos Olímpicos de Pekín, donde sufrió el extravío de su herramienta de trabajo, la bicicleta.