A pesar de que se divorciaron hace muchos años, el amor que la Tía Pucherito y el Tío Memo sienten por los niños los motivó a reunirse en el circo de Los Bochincheros.

En una pequeña, pero confortable carpa instalada en General Velásquez con la Alameda, la pareja que hizo historia en la televisión infantil de los '70 recuerda lo mejor de su repertorio.

Ayer un concejal de Maipú quiso reconocer el aporte de la pareja a nuestros niños de la pareja y le entregó una distinción.

Christian Vittori invitó a un montón de vecinos de su comuna al circo, y junto con darles un bonito galvano a los artistas, confesó que hace muchos años él también les entregó su chupete a Los Bochincheros, como acostumbraban hacer los niños que intentaban dejar el vicio.

El Tío Memo contó que "el depósito de los chupetes se ponía muy hediondo porque estaba en utilería y ahí había una temperatura muy alta, entonces se derritieron y eso provocó un mal olor horroroso en el canal" .

La Tía Pucherito dijo que con su ex marido "hemos estado en constante contacto porque tenemos dos hijas y un nieto en común". Además, agradeció la distinción, "porque uno nunca pensó que lo que partió como una idea que se convirtió en programa iba a trascender tanto, es emocionante ver cómo los niños cantan las canciones como si estuvieran viendo un programa todos los días".

Junto a los animadores está la mítica Chanchita Piggy, que antes era interpretada por Roberto Avendaño y ahora lo hace su hija, María, de 22 años.

La pequeña artista reemplazó a su papá porque el veterano tiene dificultades para caminar y se moviliza en una bicicleta con pedales manuales.

María usa una cabeza de chancho más tierna que la anterior, y contó que lo más difícil es soportar el calor que la deja como sopa.

"Piggy es traviesa y juguetona con los niños que son muy cariñosos, el otro día uno que no tenía qué regalarme me dio una piedra con mucho amor", contó.