Ni cuando quedaba con un ojo en tinta o chorreando chocolate por la ñata, Martín Vargas había sufrido tanto. Es más, hasta los cahuines de que una vez que colgó los guantes empezó a quedar nocáut con el copete le dan lo mismo. Y es que ahora es diferente, porque quieren manosear lo que más ama: El boxeo.

Bastó que el diputado Jorge Burgos se metiera en un ring ajeno para que al pugilista más top de Chile le dieran ganas de usarlo como pushimball. "¿Para qué castigar al boxeo? Deberían preocuparse de la gente que no tiene qué comer. Quieren tapar los hoyos por todo lo malo que han hecho", pegó fuerte.

NA' QUE VER

Y es que Martín está chato de que algunos "incurrrtos" vean el cuadrilátero como un antro de perdición, donde se impone la ley del más choro, pá y wá. ¿Peligroso? ¡Naaa! "Una vez a las quinientas muere un boxeador. ¿Y en los otros deportes? Si ellos consiguen prohibirlo yo pelearé para que se acabe el fútbol o el automovilismo", echó la foca Vargas.

Lo más cuático, según el mostro de los cornetes, es que el principal argumento que utiliza Burgos es que el boxeo puede dejar chifli a sus practicantes. Una especie de "si no te mata, te deja tonto". Pero Martín lanzó un tatequieto en pleno hoci: "Llevo más de cuarenta años en esto y sigo lúcido. ¿Qué pasa si le hacen un escáner a un futbolista?".

El campeón jaguar descartó, además, que dé inicio a una cruzada, pues cuando fue al Congreso "hablé por mí, cada uno mata su pollo y se lo come solo. Este es un deporte de egoístas y todos me quieren superar".

Por último, Martín aclaró que el "boxeo es uno solo, profesional y amateur" y que si vuelven a llamarlo "iré con la artillería pesada y más argumentos. Cuando reviento, lo digo todo".

BURGOS PEGÓ EN EL CONGRESO

A Jorge Burgos (DC) sólo le faltó levantar el brazo en señal de triunfo. Ya, nunca tanto. Y es que el parlamentario presentó formalmente ante la Comisión Especial de Deportes de la Cámara de Diputados su volón de legislar para prohibir el boxeo profesional.

"Mantengo mi tesis que el boxeo profesional no es un deporte. Ojalá demos un paso ético de prohibición, porque los deportes no son para destruir a las personas. Recuerdo que hasta me ofrecieron combos la otra vez por presentar este proyecto", juró Burgos, quien ya recibió el rechazo de otros políticos.

Natalia Galaz