Con un hombre muerto y otro detenido terminó la pelea que desde el año pasado mantenían los vecinos de la villa Las Vertientes de Peñaflor.

La bronca se arrastraba desde hace 8 meses, cuando todo el vecindario empezó a apuntar con el dedo a Patricio Espinoza Molina por supuestos actos de exhibicionismo.

El hombre, de 53 años, vivía con su madre y además, según los vecinos, tenía la mala costumbre de tirar las fecas de su perrita a las casas vecinas.

“Claramente tenía problemas siquiátricos porque mi casa la intentó quemar dos veces y también amenazó de muerte a mi hijita de 10 años. El techo me lo tenía lleno de fósforos y colillas de cigarros”, contó la vecina Marisol Carvallo.

Debido a la pésima convivencia con sus vecinos, Patricio Espinoza sumó en su contra 10 denuncias por amenazas y lesiones, ya que incluso en marzo llegó a golpear a un jefe de hogar.

Se trata de un mecánico tornero al que Espinoza amenazó de muerte y más encima atacó con un cuchillo, el 24 de marzo pasado. Lo anterior le valió ser detenido y condenado en los tribunales de Talagante.

Pero la situación no mejoró, sino que empeoró, ya que Espinoza, según personas del condominio, continuó lanzando zurullos y mostrándoles sus presas a mujeres y niños.

Los hechos sufridos por el vecindario incluso fueron denunciados en el matinal Bienvenidos de Canal 13, pero el acusado siguió con sus cochinadas. “Y no se dio ni por aludido”, acusó Juan Cataldo, otro de los vecinos afectados.

El atado finalmente se convirtió en tragedia el martes en la noche, cuando el mecánico Gabriel Vega -el mismo que había sido atacado a fines de marzo- mató de un escopetazo en la cabeza a Espinoza.

Según el Ministerio Público, pasadas las 20 horas del martes, el finado se estaba asomando por el muro divisorio cuando fue sorprendido por la dueña de casa, Carim Avello.

La fiscalía agregó que  junto a la mujer estaban sus hijos de 13, 6 y 3 años, los que Espinoza se encargó de amenazar con un cuchillo y lanzarles las plastas de su mascota.

En ese instante fue que el mecánico llegó a su hogar e intentó corretear al malviviente con una escopeta inscrita: los dos primeros pencazos los disparó al aire, pero el tercer escopetazo alcanzó a Espinoza en la nuca y le causó la muerte cuando era atendido en el Hospital de Peñaflor.

Además de las 10 causas en su contra por amenazas y lesiones, el fallecido tenía otras 6 condenas por hurto, estafa, robo con fuerza, lesiones y amenazas con arma blanca.

Gabriel Vega fue detenido y formalizado por el delito de homicidio. El abogado Mario Schilling tomó la defensa del mecánico, pero no logró  acreditar el acto de legítima defensa.

El propio juez dijo que “el imputado ya regresaba a su casa cuando recibió el balazo mortal”, pese a lo cual consideró exagerado mandar al mecánico a la cárcel.

Debido a que el magistrado negó la petición de prisión preventiva para el imputado, la fiscal Gabriela Fuenzalida presentó en la misma audiencia un recurso de apelación.

Por lo anterior, el mecánico igual quedó preso en la cárcel de Talagante hasta que el recurso sea revisado en la Corte de Apelaciones de San Miguel, a más tardar hoy o mañana.

“Mi marido no merece estar preso porque es un hombre honrado y de trabajo. Lo único que hizo fue defender a su familia”, dijo la esposa del mecánico, Carim Avello.

MOLESTOSOS DEBEN SER ACUSADOS

Carlos López, nuestro abogado pop, aseguró que ante este tipo de casos, donde un individuo le hace la vida a cuadritos a sus vecinos, la única opción válida es que recurran a la justicia.

“Cuando molesta, hace ruidos, insulta o tira basura a otras casas, debe ser denunciado en el Juzgado de Policía Local de la comuna”, dijo el profesional.

El abogado explicó que si las conductas mala leche son reiteradas, se tipifican como faltas, las que están contempladas en el Código Penal.

“Cualquier persona que se sienta afectada o menoscabada tiene derecho a hacer la denuncia”, reiteró.