Un buche con más patas que un cienpiés quedó al descubierto en San Antonio. El fresquini que protagoniza la historia es un mecánico, quien luego de presentar su renuncia a la pega, no encontró nada mejor que llevarse como finiquito el costoso BMW de un cliente.

Los hechos ocurrieron hace un mes y medio cuando un  ayudante de mecánico, que trabajaba en un taller en el centro de San Antonio, en la Quinta Región, se ofreció gentilmente para ir a dejar un BMW que habían reparado hasta la casa del dueño del vehículo.

El jefe del "trabajador estrella", Cristian Nilo,  explicó que  "el cabro dijo yo voy jefe, y le compré. Después volvió a la pega y dijo que estaba todo listo y que el cliente pagaría a fin de mes", recordó.

El pequeño detalle que omitió el mecánico es que nunca llegó con el BMW de colección hasta la casa de su dueño y en vez de eso, lo fue a dejar donde su pierna suave.

Al día siguiente el trabajador tiró una licencia y después de ello renunció a la pega. "El cabro renunció y yo no pensé que era algo extraño. Lo finiquité como corresponde y nada más. Como el cliente nunca me llamó no se me pasó por la cabeza que el auto no estaba en sus manos", explicó Cristian Nilo, dueño del taller "Nilo".

Así pasó un mes y medio donde el ayudante de mecánico se paseó de lo lindo con la polola en el  BMW plateado, tirando más pinta que jugador de la "Roja".

Pero la fiesta se le acabó esta semana, cuando el dueño del vehículo se urgió por su automóvil y llegó al taller a preguntar por él, lo que permitió que se destapara la olla. 

"Nos cayó el tejazo que este balsa se había quedado con el auto y fuimos a denunciar a la PDI. Esta es la primera vez en mis 18 años como mecánico y dueño de taller que me pasa algo así. Siempre los clientes quedan felices con el servicio y ahora ni si quiera tenía su auto. Nunca me había topado con uno tan patudo que se quedara con un auto ajeno. Al final a mi me deja mal con los clientes", reclamó totalmente enxuxado el dueño del taller.

A la jaula

El caso quedó en manos de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos, que en una tarde logró dar con el BMW.

"Tuvimos información que el joven lo ocupaba para sus asuntos personales. Ese día lo estaba lavando afuera de la casa y se disponía a subirse cuando lo detuvimos", explicó el jefe de la Bridec, Eduardo Díaz.

El poli agregó que el buchini se defendió "diciendo que justo estaba lavando el vehículo para ir a devolverlo. Independiente de eso, igual fue detenido por el delito de apropiación ilícita y fue formalizado por ese delito".

El mecánico chantete, identificado con las iniciales R.A.P.R., fue formalizado por el delito de apropiación indebida, aunque finalmente quedó en libertad con citación al tribunal.