Mirta Ardiles, imputada por los delitos de parricidio e incendio, cumple la prisión preventiva mientras se investiga su participación en el crimen de su hija, Melissa Chávez.

Tras su formalización, la mujer fue trasladada al complejo penitenciario Huachalalume, ubicado entre La Serena y Coquimbo.

Sobre sus primeras horas en el recinto se refirió una funcionaria. Desde el anonimato, la trabajadora entregó detalles del comportamiento de Ardiles.

"Desde el día 1 que llegó Mirtha Ardiles a la unidad penal, ingresó de inmediato al hospital penal por medidas de seguridad que tomó gendarmería, con respecto a su caso mediático. La señora no mostraba un rasgo de arrepentimiento o algo, alguna lágrimas. O un sentimiento de culpa... nada", aseguró a Contigo en La Mañana.

"El segundo día que la fuimos a visitar, le preguntamos: ¿Usted es la señora que acusan de haber matado a su hija? Ella dijo, así muy seriamente, 'yo no fui y creo en la justicia'", contó.

"Vida normal"

De acuerdo a la funcionaria del hospital, Mirtha cumple cuarentena preventiva, motivo por el que sólo se puede desplazar en su habitación. "Ella se encuentra en una pieza del hospital penal, no está en módulo, está su integridad física resguardada y con rondas cada media hora. No la he visto llorar, ni demostrar algún tipo de arrepentimiento. Todo lo contrario, ella se muestra como que estuviera hospitalizada en un hospital cualquiera, no le ha tomado el peso a la situación. Yo creo que ni siquiera de lo que la están acusando", reveló.

Finalmente, la mujer dijo que imputada "está haciendo su vida normal. Interactúa con otra interna que está ahí, se ríen, conversan, reciben su desayuno, almuerzo y cena, escuchan radio".