El deporte y el espectáculo se volvieron a juntar: Un pelotero de alto rendimiento y un artista de categoría internacional libraron una épica batalla sólo por satisfacer la humana curiosidad de saber qué cresta tenían un montón de maletas perdidas.

Frente a frente, el volante de Universidad Católica Michael Ríos y el tenor Tito Beltrán sacaron a relucir como afiladas espadas sus abultadas billeteras, con las que pelearon luca a luca por el misterioso “Lote 91” de bultos olvidados en el aeropuerto.

El oneroso duelo se desarrolló ayer en “La Casa de Todos” de Pudahuel, recinto municipal donde se realizó la quinta versión del remate anual de los bolsos extraviados en el terminal aéreo.

Luego de generosos ataques y ostentosos contragolpes, finalmente los cocodrilos en el bolsillo traicionaron al exponente de las Bellas Artes, por lo que el desprendido futbolista se quedó con las cinco maletas (cuyo contenido hasta hoy era una incógnita) por 360 lucas.

“El lote que yo peleé son maletas que se nota que han sido muy usadas, por lo que deben ser de alguien que viaja mucho. Segundo, vienen del extranjero, y si son de afuera es porque traen algún regalo. Esa es mi teoría”, especuló Beltrán masticando la derrota.

“Además es un grupo de maletas atractivas porque son rígidas, cada una debe valer más de 100 mil pesos. Pero después me arrepentí, 360 mil pesos es mucho”, filosofó el músico.

Para no irse con las manos peladas, el tenor que hasta cantó en la subasta se adjudicó otro piño de bolsos que hoy abriría en el matinal de Chilevisión.

Por su litro, el victorioso jugador se fue feliz a entrenar tras quedarse con las maletas, que intruseará recién hoy porque las retiró un amigo.

“Viendo los lotes me gustó el que me adjudiqué, lo miré por la ventanilla y me tincó mucho. Vamos a ver qué puede tener”, relató Ríos emocionado.

“Es la primera vez que vengo, pero creo que cuando uno compra una maleta dura es porque va a echar cosas que cuida mucho para que no se dañen”, reflexionó orgulloso el triunfador.

OTRA COSA ES CON GUITARRA

Las cerca de 300 personas que asistieron al remate pelearon por productos desde 10 mil piticlines, que salió un sobre con autoadhesivos, hasta 430 lucas.

El valor más alto lo pagó el licenciado en Historia Tomás Cordero (29), quien se fue feliz con su bacán guitarra acústica Martin y Co.

“Es una guitarra profesional, es decir que la utilizan todos los grandes guitarristas acústicos o eléctricos que hacen unplugged”, explicó el historiador, quien le pone color con las cuerdas desde los 15 años y es fanático de Led Zeppelin.

SE FUE EN SILLA DE RUEDAS

El remate de los 171 lotes logró una recaudación de casi 30 millones de pesos, donde 15 van para obras sociales de la Muni de Pudahuel y los otros 15 a instituciones benéficas designadas por Lan.

Uno de los favorecidos por esta arista paleta fue don Juan Carlos Oyola (56), a quien Tito Beltrán le regaló una de las dos sillas de ruedas que se adjudicó.

“Mi hijo me contó que remataban las sillas, así que vine con 50 lucas. Tomé dos micros  desde Renca, y como no gasté plata me devolveré en  taxi”, contó JC.