El químico Winston Víctor Michelson del Canto dio un fuerte apretón de manos a su abogado defensor, Carlos Quezada, minutos antes de enterarse del veredicto que lo declaró culpable por seis millonarias estafas y otras dos más en grado de tentado, que perpetró en contra del Banco de Chile.

La decisión la adoptaron de forma unánime las juezas del Tercer Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, Verónica Sabaj, Doris Ocampo y Katrina Chahin.

El fiscal que investigó las movidas truchas de Michelson, Felipe Sepúlveda, detalló que el sentenciado obtuvo de manera fraudulenta 2.670 millones de pesos y estuvo a punto de echarse otros 1.770 guatones al bolsillo.

Mientras se desarrollaba la audiencia, Michelson esbozaba algunas sonrisas, pero posteriormente,  agobiado, se tomaba la cabeza con sus manoplas.

HECHOS

Michelson del Canto incurrió en las estafas entre el 26 de diciembre del 2007 y el 30 de enero de este año.

A Michelson se le prendió la ampolleta y aplicó un complejo sistema que le permitió defraudar al banco con cheques para diversas empresas, más mulas que la promesa de tomar un solo vaso de copete.

La treta consistía en girar chocosos propios y al mismo tiempo darles orden de no pago por extravío.

Después el pillín pillín depositaba los documentos en un cajero automático y una vez por caja. Por falencia del sistema informático de la entidad financiera, la plata ingresaba a su cuenta y él mismo retiraba el dinero por ventanilla.