Con los ojos redondos de sorpresa quedaron los habitantes de Tokio en el lejano Japón, cuando por las calles de la ciudad vieron rodando un cabezón de trompa estirada y con los brazos y patas cortitas.

En un principio se pensó que era un pariente lejano de Godzilla, pero nones: el visitante tiene forma de estudiante mateo y está hecho de piedra volcánica.

Después de un rato la verdad vio la luz y todos se enteraron que era un moái que cruzó el Pacífico para instalarse definitivamente en la tierra de Hello Kitty.

La estatua fue creada por artesanos pascuenses y enviada por mar desde Valpo para ser instalada en el pueblo de Minami Sanriku, uno de los más afectados por el terremoto y tsunami del 11 de marzo del 2011.

Durante su visita a esta localidad costera en marzo de este año, el presi Sebastián Piñera anunció que Chilito repondría el tradicional moái que ya era todo un símbolo en el pueblo. Incluso había aparecido en algunas estampillas y era bien paparazzeado por los turistas.

AMIGUIS

Para el pascuense televisivo, Hotuiti Teao, el regalo significa mucho por la relación y cercanía con el país oriental. “Los pascuenses siempre hemos tenido una buena relación con los japoneses. Los turistas van permanentemente a la isla y son muy respetuosos con los rituales ceremoniales”.

“Manuel Tuki fue uno de los artesanos que trabajó esculpiendo el moái en la isla, es muy conocido y respetado por su trabajo. Él mantiene viva nuestras tradiciones pascuenses, ya que se han estado perdiendo un poco debido a la migración de los jóvenes hacia el continente”, contó el modelo que hace poco fue papi.

El monumento será exhibido en la capital nipona hasta marzo del próximo año. Luego lo trasladarán hasta Osaka y finalizará su recorrido de manera definitiva en Minami Sanriku, el 25 de mayo del 2013.

PARA ADENTRO

Franco Solís es un patiperro chileno que quedó pasmado cuando vio al grandote en Tokio. “Me sorprendió encontrarme con algo tan chileno como lo es el moái; no sabía que existía un lazo tan estrecho entre nuestro país y Japón, es un orgullo”.

El costo total de la nueva estatua, que tiene 5 metros de altura y pesa seis toneladas con el pedestal incluido, fue cancelado por empresarios chilenos y su traslado estuvo a cargo del gobierno de Chilito.

PAÍSES COMPARTEN UNA TRÁGICA HISTORIA EN EL MAR

La relación que comparten Chile y Japón va de la mano con las tragedias naturales que han azotado a ambos países.

Durante el megaterremoto de 1960 en Valdivia, la gran ola que se formó en el sur asoló a la localidad de Minami Sanriku, con olas de 3 metros.

En 1991, el presidente Patricio Aylwin obsequió una réplica de un moái junto a un cóndor de bronce a dicha localidad en señal de amistad y para conmemorar la mortal tragedia.

La estatua se convirtió en todo un rockstar en el pueblo, pero el tsunami del año pasado se lo tragó hasta el fondo del mar. La gente quedó triste por perder a su hijo ilustre que ya era un símbolo para todos.