Monstruo canadiense decapitó a joven que viajaba en el mismo bus, lo faenó y hasta lo "degustó"
Sólo en su segunda comparecencia ante un tribunal canadiense sacó la voz Vince Weiguang Li, el inmigrante chino de 40 años que el pasado miércoles asesinó y decapitó a Tim McLean, un joven que viajaba junto a él en un bus que recorría la principal carretera del país.
Con voz muy baja, en realidad casi un susurro, sólo atinó a decir: "Por favor, mátenme".
Su imagen asustadiza y su andar tranquilo contrastaban claramente con lo que los otros pasajeros tuvieron oportunidad de observar arriba del bus: Una verdadera película de terror en vivo y en directo, con un frío asesino que propinó más de 40 puñaladas a su víctima y que después, "con toda calma, como si fuera un robot" procedió a decapitarla.
Horrorizados, los involuntarios testigos vieron también cómo luego Vince se paseaba al interior del bus con la cabeza de McLean casi como un trofeo de guerra.
CANÍBAL
Pero el espanto no había concluido. A salvo fuera del bus, los espantados pasajeros pudieron oír las comunicaciones entre los policías que ya habían llegado al lugar y que daban cuenta del grado de enajenación del victimario.
"¿Sigue dentro del bus?, preguntó uno de los agentes, a lo que un colega le responde que sí, y que "está profanando el cuerpo en este momento".
"La puerta está cerrada con llave y él está en la parte trasera del bus, cortando trozos y comiéndolos", añadió otro de los policías.
En este marco, las fuerzas de seguridad optaron por una prudente espera, considerando que no existía la posibilidad de que el enajenado cobrara una nueva víctima.
La tensión en las afueras del vehículo podía cortarse con cuchillo, hasta que el propio Weiguang abrió la puerta y salió calmadamente y con la mirada perdida.
SORPRENDIDOS
Poco a poco comenzaron a conocerse los datos clave, como las identidades del criminal y su víctima.
Una vez identificado el hechor como Weiguang Li, los medios intentaron averiguar más de él a través de sus cercanos.
Así se supo que se trataba de un inmigrante chino de 40 años que llegó a Canadá en 2004.
"Él nunca presentó ningún síntoma de ira o problemas emocionales", dijo sobre él el pastor Tom Castor, quien lo ayudó a su arribo al país.
Pero a quien fue imposible ubicar fue a la mujer del asesino, Anna Li, quien, según el pastor Castor, "está asustada con todo lo que pasó y abandonó el departamento en que vivía con su marido".
De la víctima, Tim, se supo que tenía 22 años y, según dijo su tío Alex, se trataba de "un espíritu libre al que le encantaba conocer gente y siempre veía el lado bueno de los demás".
Desgraciadamente para él, estaba en el momento y el lugar equivocado, porque su compañero de asiento olvidó toda la bondad cuando tomó el cuchillo y lo atacó.
En todo caso, antes de que se inicie el proceso judicial en contra del inmigrante de origen chino, el juez a cargo del caso ordenó realizarle pericias siquiátricas, a fin de determinar si es apto o no para ser sometido a juicio.
Lo último
hace 21 min
hace 29 min
hace 30 min
hace 5 min
Tras largos años de matinal, hoy está enfocado entretener y conversar. Y aunque pensó en alejarse de la TV, le queda pila para rato dice; aunque tiene planes fuera de Santiago. “Nunca me imaginé que mi vida sería así a los 50″, confiesa la figura de Qué Dice Chile.
La Firme con Martín Cárcamo: “Me siento en paz con lo recorrido, lo bueno, momentos difíciles, de éxito, alegría y amor”
08:02