Fue en julio de 2018 cuando Natalia Véliz, de 40 años, murió envenenada. La mujer consumió bebidas mezcladas con alcohol metílico a consecuencia de un engaño preparado por el abogado Ricardo González Latorre, el único imputado por el hecho, quien fue enviado a prisión preventiva mientras se investiga el crimen.

Lo que habría ocurrido, es que González envenenó a la mujer para cobrar tres millonarios seguros que la víctima había tomado para sus hijas. Pero en realidad, estos figuraban a nombre del jurista.

Todo empezó tiempo antes. La mujer conoció al abogado vía redes sociales y tras un tiempo, acordaron emprender un negocio en conjunto. Fue entonces, que él la convenció de tomar tres seguros, hasta que ella decidió poner fin a la sociedad. Allí ocurrió el momento de la tragedia; González Latorre la invitó a charlar unas bebidas, momento en que habría envenenado a su exsocia.

"Decía que no podía verse las manos"

Eso ocurrió el 30 de junio de 2018. Poco después, la mujer comenzó a sentirse muy mal y debió ser internada en el Hospital de Quilpué. Todo lo recordó su hija, Caroline Reyes, en charla con el matinal Mucho Gusto.

"Ella se sentía mal, vomitaba y estaba mareada, era como si estuviera drogada. Decía que no podía verse las manos, se las ponía en frente de la cara y no se las veía", detalló.

Poco después, las hijas se enteraron que el mal de su madre no tenía vuelta atrás. "Como a las 7 de la mañana el doctor me llama y me dice que hable con mi familia, porque mi mamá tenía un 90% de posibilidades de morir, lo que ella padecía no tenía solución y estuvo inconsciente los siete días siguientes y el 7 de julio falleció".

La ruta de un engaño

Tras el duelo, las hijas se dieron cuenta que algo no andaba bien. "No sabíamos que habían seguros a nombre de ella. Mi hermana se acercó a la aseguradora y le dijeron que no era beneficiaria, que era otra persona. No nos pudieron dar el nombre y nos pareció extraño".

Caroline aclaró: "Él no era pareja de mi mamá".

Fue entonces que revisaron las conversaciones de su madre en WhatsApp. Allí descubrieron la manera en que el abogado se las habría arreglado para perpetrar su engaño.

"Hay una conversación de WhatsApp, donde lo culpaba de su mal estado -recuerda Caroline-. Ahí sale que se juntó con él, que la fue a dejar y ella le decía 'qué le había echado, que se sentía muy mal y qué había consumido'. Ahí él le pedía borrar las conversaciones, que no le contara a nadie que había tenido contacto con él. Si hubiera borrado las conversaciones, nunca hubiéramos llegado a él".

Mientras, el imputado pudo cobrar el seguro sin problemas. "Él cobro un seguro de 109 millones cuando lo detuvieron, es una plata que nunca íbamos a tener -cuenta Caroline-. Él ha viajado a todo el mundo y logro hacer de las suyas, si no nos hubiésemos metido, no nos hubiéramos dado cuenta nunca de esto".

"El cerebro se va licuando y la víctima va perdiendo la vista"

Por otro lado, el fiscal Hernán Silva a cargo del caso, detalló como se llegó a investigar el envenenamiento que padeció Natalia Véliz.

"Primeramente había un diagnóstico vinculado a una posible meningitis, el cual fue después descartado y conforme a todos los síntomas y relato de familiares se apuntaba a la existencia de envenenamiento por ingesta de alcohol metílico, proporcionada por un sujeto que después se pudo establecer, correspondía a la persona del imputado", señala en declaraciones citadas por Mega.

El fiscal detalló lo difícil que resulta detectar la sustancia que provocó el resultado mortal. "El metanol es una sustancia que desaparece a las 12 a 24 horas del organismo, pero tras tratamientos y exámenes con el paso de los días desapareció esta huella del alcohol metílico y el cerebro experimenta consecuencias de deterioro. El cerebro se va licuando y la víctima empieza a perder la vista".