Lucas Azcona, condenado a cadena perpetua por el femicidio de la estudiante chilena Nicole Sessarego, denunció haber sido empalado por dos gendarmes en el penal de Ezeiza, Argentina.

Según informó Clarín, el joven de 27 años fue testigo de una paliza que los funcionarios penitenciarios le propinaron a otro reo de 65 años.

"Los voy a denunciar a Derechos Humanos", le habría dicho el femicida a los guardias. Al día siguiente, los guardias se metieron en su celda, lo encandilaron con una linterna y lo violaron con un palo de escoba.

Tras sufrir la agresión, y a través su abogado, Azcona denunció la situación en la Justicia Federal de Lomas de Zamora. Por orden del magistrado Federico Villena, se allanó el pabellón C del penal de Ezeiza. En el lugar se halló un palo de escoba y un calzoncillo, ambos ensangrentados.

CRIMINAL

Lucas fue condenado a perpetua tras matar a la joven chilena de 21 años, el 15 de julio de 2014. En aquella ocasión, Nicole caminaba a su casa tras salir a bailar con un grupo de amigas cuando el argentino comenzó a seguirla varias cuadras. Finalmente, en el hall del edificio de Barrio Almagro, la interceptó y la mató tras apuñalarla once veces.

"Me habían pasado cosas en el trabajo, en la vida, durante muchos años. Y eso me generó bronca, ira, dentro mío, exploté generando eso", dijo al ser consultado por el motivo que lo llevó a cometer el crimen. "Ese día no aguanté y exploté de esa manera que no fue algo que me esperaba", agregó.

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