Juan Antonio Salas es actor y docente de risoterapia de la escuela de enfermería de la Universidad de Viña del Mar. Este fin de semana impartirá un taller de formación de líderes del Yoga de la Risa.

"Lo creó en India en 1995 el doctor Madan Kataria. Se dio cuenta que no era necesario tener chistes para hacer reír. La risa es algo primitivo y no se necesita humor para reír", explicó.

La idea es que los adultos recuperen la capacidad que tenían de niños de reír porque sí. "La risa es contagiosa y no distingue entre falsa o real, se pega y se reacciona, no hay que tener sentido del humor sino disposición", contó.

Sus juegos son dinámicas teatrales, muecas de animales, "y ahí va la creatividad de cada uno; que lo hagan como monos, gallinas o perros".

- ¿Qué hacen para sacar carcajadas?

- Luego de la meditación de la risa, respiramos, descansamos y dejamos que fluya. Es contagiosa y comienza una pequeña carcajada por un lado, luego otra y así, ni siquiera se piensa. Tal vez algún recuerdo de alguna situación vuelve a la cabeza pero es reír sin hacer daño, sin miedo al ridículo.

- ¿Los adultos tienen muchos atados?

- En los adultos es normal que el prejuicio aparezca y no permita que se rían; mi estatus social, mi prestigiosa carrera, el miedo al ridículo, pero esos prejuicios hay que dejarlos a un lado.

- ¿Es muy intenso?

- Al final hacemos una catarsis completa, catarsis de liberación, y se tocan otros puntos estancados, hasta hay personas que a veces lloran. Con este yoga tocamos otros estados y logramos sacar todo lo que está botado en el cuerpo, lo que no deja avanzar. Hay personas que lloran de alegría, es por eso.

- ¿Cuál es le beneficio?

- Entre los beneficios está el mental y sicológico, que se eleva la autoestima, se utiliza el cuerpo y del cuerpo hacia la mente, el sistema inmunológico y la risa eleva el estado de ánimo facilitando la recuperación de las enfermedades.