Crónica

No le faltará cariño al hijo de Raquel Correa

La mayor preocupación de Raquel Correa era morir antes que su hijo por la incertidumbre de saber quién se haría cargo de Juan Eduardo Amenábar.

Para la viuda periodista que falleció el lunes, su hijo único de 48 años siempre fue un “niño grande” debido a las limitaciones intelectuales que le provocó una sicosis epiléptica, según contó ella en sus memorias escritas por Rodrigo Barría.

En el libro dice de la periodista: "Eso sí, su gran tormento ha sido pensar qué será de Juan Eduardo cuando ella ya no esté. Y ha sido una preocupación que la ha tenido muchas noches despierta y sin llegar a una respuesta clara. Por eso le sirvió como resignación lo que una vez su amiga y compañera de universidad, Malú Sierra, le dijo con dureza y realismo: "No te inquietes con un futuro que probablemente no llegue. Quizás el niño muere primero y tú sigues atormentándote". Desde entonces, Raquel ya no le ha dado tantas vueltas al asunto. Y aunque tiene resuelto el tema económico del heredero, aún no sabe ni decide con quién estará si es que ella llega a morir".

Ahora desde el Más Allá doña Raquel debe estar más tranquila porque en su velorio, realizado en la parroquia de la Inmaculada Concepción de Vitacura, su sobrino Pablo Amenábar contó que feliz se haría cargo de su primo.

“Nosotros lo vamos a cuidar, yo soy sobrino de ella y también ahijado de ella, entonces nosotros somos la familia que tiene la responsabilidad de sacarlo adelante”, explicó.

Al velorio también asistieron personalidades políticas y del ámbito periodístico. Entre ellas destacó el presidente de los comerciantes detallistas. Rafa Cumsille recordó una entrevista que le hizo la periodista en los 70 que le costó la pega en TVN porque la despidieron debido a que el dirigente se puso a reclamar contra el Gobierno y ella no le chantó la moto.

"Cuando me veía siempre me decía en broma que me echaron por tu culpa", recordó.

ÚLTIMA ENTREVISTA

Pocas horas antes de su muerte, Raquel Correa dio su última entrevista a un par de estudiantes de periodismo de la Universidad Central.

Esteban Acuña y Paola Sepúlveda conversaron con la Premio Nacional en el mismo departamento donde falleció mientras jugaba cartas con su hijo.

Los alumnos la entrevistaron para el curso “Hicieron Historia” impartido por Héctor Velis-Meza, que a fin de año dará pie a un libro.

En la reunión de 90 minutos la anfitriona fue muy acogedora, y según Esteban le comentó a la web de su escuela, “se veía muy tranquila y tenía una linda sonrisa marcada, eso me gustó de ella. Eso sí, tosía mucho”, y agregó que Raquel Correa les comentó que estaba padeciendo una bronquitis, algo que consideraba “crónico”.

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