Luego de confirmarse el hallazgo de Vania Morales, joven chilena que estaba desaparecida en Ecuador, su familia insiste en las dudas respecto a Gabriel, el hombre que conoció a través de redes sociales y con el que vive en la ciudad de Cuenca. De acuerdo a sus cercanos, la mujer estaría en contra de su voluntad.

Osvaldo Arancibia, expareja de Vania, también mostró su preocupación por la situación de su hijo, un menor de 4 años que viajó al extranjero junto a su madre.

“¿No te preocupa el fortalecimiento de un vínculo padre e hijo?”, le preguntó José Antonio Neme a Osvaldo, cuestionando su decisión de autorizar el traslado.

“El permiso que yo le di, lo di porque yo confío en ella y sé que es buena madre. Por eso yo accedí a darle el permiso”, aclaró el entrevistado en Mucho Gusto.

Además, aclaró que “cuando hablo con él, le pregunto muchas cosas, obviamente le pregunto si está bien”.

Guillermo, abuelo del pequeño, también se refirió a la situación de su nieto. En el matinal de Mega, reconoció que no ha podido verlo “porque no he llamado directamente por videollamada a mi hija”.

Fue en este contexto que Gabriel tomó la palabra e intentó darle “tranquilidad” al hombre y al propio Neme. “Si ustedes desean, si tanto Osvaldo como Vania me permiten, podemos mostrar...”, alcanzó a decir.

“No, no, no. No lo muestres al niño, no corresponde, no. No podemos mostrar al niño, no corresponde. Solo estoy poniendo el punto de discusión, no es necesario ver el rostro del niño para hablar del niño. Es un tema interno, yo solamente digo es que todo este conflicto familiar es que hay un niño que hay que proteger. Independiente del problema que tengan los adultos”, aclaró Neme.

Por su parte, el abuelo aclaró que “en estos momentos estoy dispuesto a todo. Mientras no me saque esas sanciones, este dolor, lo que pasé durante estos cuatro o cinco días (que estuvo desaparecida su hija), no me voy a quedar tranquilo”.

“Te pido que la dejes tranquila”

De paso, insistió en la teoría de la familia: “A mí no me cuadra, no me sigue cuadrando. Yo sé que Vania trata de mostrarme que está bien, pero a mí no me cuadra. Gabriel, por favor, te pido que la dejes tranquila un día, que pueda llamar un día tranquila y sola”.

“Señor, ella puede salir a hablar las veces que quiera. No es que yo la tengo obligada”, le aclaró el ciudadano ecuatoriano.