Digamos que Irina Shayk es todo lo que un macho, con la testosterona bien puesta, podría pedir. Apolínea, modelo y sobre todo rusa, bien rusa. Pero la polola de Cristiano Ronaldo, más encima, le echó otro ingrediente a la hoguera que enciende las pasiones de los homo sapiens feos, pelúos y hediondos.

Resulta que la muy golosa, en una entrevista donde movió su delicada lengua con la revista “GQ”, confesó que su sueño es ser como la Raca, o sea, “indecentemente rica”.

Pero no se confunda. No se trata de ese pellejoski que Dios y Putin le dieron. La rusa cuando habla de rica se refiere a los millones en su cuenta corriente y a sus 26 años confiesa sin tapujos que su meta es llenar el banano hasta que explote.

“Acumulo apartamentos y los alquilo. Soy propietaria de una media docena de pisos en Rusia”, reveló Irina el secreto de su éxito comercial, que además lo fortalece con una buena carga genética en su ADN. “A los rusos nos gusta el dinero. Incluso aunque tengamos mucho, nunca nos parece suficiente”, agregó la golosa.

La top vodkera no quiso revelar el tamaño de su banano, pero se especula que sería de varios millones de euros.