Un hombre que buscaba gusanos para la pesca en los cerros de Pichilemu encontró el cuerpo descabezado de un obrero forestal que había desaparecido hace 10 años.

El hallazgo de las osamentas se produjo cuando un pastor evangélico andaba a la caza de tebos, en el sector de Los Cardos, a 25 kilómetros de Pichilemu.

En medio de la búsqueda de gusanitos y antes de partir al tranque Mallermo, el pescador se topó con un esqueleto sin cráneo que estaba bajo ropas.

El pastor de inmediato dio aviso a la Tenencia de Marchigüe, cuyos funcionarios establecieron que el cadáver había estado colgado de un añoso espino antes de desprenderse de la cabeza.

El cráneo fue ubicado a metros del árbol y estaba tapado de hojas y tierra.

Junto al esqueleto, los policías encontraron una botella de vino y alambres que la víctima habría ocupado para quitarse la vida.

Por orden del fiscal de Pichilemu, detectives de la Brigada de Homicidios se hicieron cargo del caso y averiguaron que las osamentas corresponden a Timoteo del Carmen Clavijo Clavijo, de 67 años.

El fallecido era obrero forestal y había desaparecido en el invierno de 2000. La última vez que fue visto con vida fue cuando salió de su casa del sector Las Garzas, sin decir dónde iba ni con quién se reuniría.

En el sitio del hallazgo los detectives también encontraron los documentos del finado.

Las osamentas fueron enviadas al Servicio Médico Legal de Rancagua.