ONU condena “actos de discriminación y xenofobia” contra migrantes en norte de Chile

REUTERS/Ailen Diaz
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El organismo también condenó “las agresiones a funcionarios de las fuerzas del orden público” y llamó a las autoridades a asegurar “el adecuado respeto de los derechos humanos de todas las personas”.

Naciones Unidas condenó este jueves los “actos de discriminación y xenofobia” ocurridos días atrás contra inmigrantes indocumentados en las ciudades de Iquique y Arica, en el norte de Chile, durante protestas por el aumento de la delincuencia que algunos asocian a los extranjeros.

“Hacemos un llamado a las autoridades nacionales, regionales y locales a asegurar el adecuado respeto de los derechos humanos de todas las personas a vivir una vida libre de violencia, particularmente aquellas comunidades de acogida a personas en movilidad humana”, indicaron desde la oficina de la ONU en Chile a través de un comunicado.

“Condenamos las agresiones a funcionarios de las fuerzas del orden público y los actos de discriminación y xenofobia ocurridos”, agregaron en relación a una golpiza a policías por parte de extranjeros y agresiones contra campamentos callejeros de extranjeros en una posterior manifestación de repudio.

Ambas situaciones ocurrieron en la ciudad costera de Iquique, a unos 1.750 km al norte de Santiago, y volvieron a poner de manifiesto los problemas en la zona tras la llegada masiva desde finales de 2019 de miles de inmigrantes irregulares a través de pasos clandestinos en el árido desierto de Atacama por las fronteras de Chile con Perú y, principalmente, Bolivia.

La mayoría de los inmigrantes son ciudadanos venezolanos en condiciones de pobreza extrema. Quienes cruzan con más recursos económicos y familiares en Chile llegan hasta ciudades del sur o la capital, pero los más desamparados instalan campamentos en plazas y playas de esta ciudad.

“Hacemos un llamado a todas las personas a no utilizar hechos aislados para fomentar la discriminación y la violencia contra personas refugiadas y migrantes”, instó la ONU.

El pasado lunes Iquique amaneció con un paro general de servicios y decenas de camiones bloqueando los accesos a la ciudad y las principales calles, mientras unas 4.000 personas salieron a protestar lanzando gritos xenófobos por considerar que la masiva presencia de inmigrantes indocumentados aumentó la delincuencia y la inseguridad.

Esa protesta acabó con un venezolano herido y un campamento de extranjeros desalojado a la fuerza, en imágenes que se repiten desde septiembre del año pasado, cuando en otra manifestación contra la migración se quemaron las pertenencias de familias venezolanas.

“Señalamos que hay situaciones graves de vulnerabilidad y de falta de atención respecto de las necesidades humanitarias más básicas de la población en movilidad humana”, alertaron desde el organismo internacional.

La Cancillería chilena informó este jueves que acordaron con Bolivia realizar “en las próximas horas” una mesa de trabajo para evaluar la situación y encontrar soluciones.

Entre esas iniciativas destacaron el gasto de 3,5 millones de dólares asignados por ACNUR (la agencia de refugiados de la ONU), y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) “para el establecimiento de residencias transitorias para migrantes”.

Al mismo tiempo, el ministro del interior de Chile, Rodrigo Delgado, permanece en visita oficial a la zona en representación del gobierno -el presidente Sebastián Piñera está de vacaciones- y confirmó un aumento de la dotación de efectivos policiales en esas ciudades, que ya fueron reforzadas a lo largo de 2021.

La Policía chilena indicó que en la actualidad al menos unos 200 extranjeros indocumentados cruzan diariamente la frontera entre Bolivia y Chile por pasos clandestinos para llegar hasta la localidad limítrofe de Colchane, a unos 237 km de Iquique

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