"Oveja Loca" se graduó de estrella tras jugoso carrete
"Eres lo más freak que se ha presentado en el programa", le dijo el bailarín Rodrígo Díaz a Nelson Montecinos, quien, con carita de cordero degollado, le respondió: "¿Qué es freak?"
En la noche del lunes, Nelson, de 41 años, se graduó de ídolo pop. Con su ingenuidad y extraña picardía, reventó el rating del estelar de ChileVisión "Talento Chileno".
Y aunque su delirante show de la armónica de 2 lucas, que acompaña con guturales gritos de animales en celo, no le alcanzó para clasificar a la final, igual se ganó el corazón de los chilenos.
Pero, ¿cómo llega este inclasificable personaje a un estelar de talentos, ah?
Sin pega desde agosto pasado, cuando lo echaron de una obra en calle Lira, donde laburaba como ayudante de carpintero, Nelson empezó a construir la historia que lo llevaría a "Talento Chileno"
"Todo empezó cuando me echaron de la construcción, porque era día viernes y me pagaron al toque. Entonces me fui a tomar con las alimañas... les digo así a los compañeros de la pega porque son como unos monstruos feos, feos", relata Montecinos en la casa de su hermana en Puente Alto.
"Habíamos tomado caleta de cerveza cuando me acordé que el domingo era mi cumpleaños y decidí irme al Barrio Rojo para tener mi regalo", añadió el "Oveja Loca", quien viajaba en bici desde su casa en La Granja hasta el canal.
-¿Qué tipo de regalo?¿Cuál Barrio Rojo?
-Le digo Barrio Rojo al de Bandera con Mapocho, donde está lleno de topless. Ahí una mina mala se aprovechó de mi estado etílico y me sacó la plata del bolsillo.
-¿Y ahí te fuiste al casting?
-Pasó una semana y no sabía qué hacer. Estaba desesperado y sin un peso, hasta que prendí la tele y vi eso que andaba un buscatalentos para un programa y que estaba todo permitido. Ahí tuve mi primera presentación para alguien, nunca antes había tocado con gente mirándome.
El romance de Nelson y su armónica partió hace poco más de una década, cuando unos amigotes se la presentaron.
"Tenía unos amigos punk y trasher, el Anguila y el Chumit. Ellos tenían armónicas. Ahí las conocí y ahora ya llevo 10 años tocando y aprendiendo solo. Nadie me enseñó nada", contó el hombre que, alguna vez, estudió diseño gráfico publicitario. "Sólo estuve un semestre. En esa época era muy hippie".
- ¿Y tiene alguna oveja que le baile en las mañanitas?
- No. La única que me acompaña es la armónica. Ella es como mi mujer.
-¿Cómo aprendió tantos ruidos de animales, gurú?
- Cuando trabajé en Tierra del Fuego, aprendí todos los sonidos. En la finca donde trabajaba había chanchos, ovejas, caballos y perros. Incluso me sé el sonido del halcón cuando ataca.
- ¿Y se sabe el vuelo del cóndor, gran maestro?
- No. ¿Me lo puede enseñar?
- Nica. No me gustan las ovejas.
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