El próximo martes el pequeño Borja López Ojeda soplaría tres velitas por su cumpleaños, pero un fatal olvido de la educadora de párvulos que lo llevaba al jardín truncó su corta vida.

"Esta es una situación tremendamente difícil, incomprensible. Aún hoy pareciera que no está ocurriendo, que es una pesadilla de la que podríamos despertar", lamentó destrozado el economista Pablo López, papá del chiquitito.

"Es tremendamente doloroso, creo que ya no nos quedan lágrimas. Es un dolor indescriptible, un vacío interior que no creo que se llene nunca", agregó devastado el progenitor mientras retiraba los restos de su regalón desde el Servicio Médico Legal de Santiago.

En la tarde del martes, el menor de los hijos de los López Ojeda murió asfixiado luego de quedar encerrado en el auto de la "tía" Eugenia Elizabeth Riffo Tapia (39), que diariamente lo llevaba junto a otros niños al jardín infantil Mandarino, en Huechuraba.

El angelito permaneció más de tres horas atrapado en la silla para bebés dentro del vehículo, mientras el sol pegaba fuerte y las ventanas estaban cerradas. La educadora Eugenia Riffo asegura que se le olvidó bajarlo.

"Es una combinación de dolor, rabia, pero sobre todo el deseo que haya justicia, que la autoridad, el Ministerio Público, haga su trabajo", recalcó el dolido padre.

"Ella lo transportaba a la hora de almuerzo y el abuelito lo retiraba en la tarde... la verdad es que no entendemos", sostuvo Denis Ojeda, mamá del peque.

Por la inexplicable negligencia de la profesional, el fiscal José Morales formalizó a la parvularia por el delito de homicidio por omisión y pidió prisión preventiva contra la educadora.

La solicitud fue rechazada por el Segundo Juzgado de Garantía, que estimó que los hechos constituían un cuasidelito, ya que no habría intención alguna de Riffo por cometer el daño.

Ante la negativa del tribunal, el Ministerio Público presentó un recurso de apelación, por lo que ahora la decisión de dejar en libertad a la parvularia detenida recaerá en la Corte de Apelaciones.

"Respecto de los sentimientos hacia esta persona, es una reflexión que yo creo que aún no hemos hecho, porque estamos en la etapa del duelo", manifestó el padre de Borja.

"Cuando tú analizas el tema piensas que es más seguro, que es más personalizado, que son sólo tres o cuatro niños los que van... y además van con la parvularia, que trabaja ahí", sentenció Pablo López.

CARTERA DE COLEGA INICIÓ DESGRACIA

El jefe Metropolitano de la Brigada de Homicidios de la PDI, comisario Gilberto Opazo, explicó que de acuerdo a la versión de la educadora todo correspondería a un terrible olvido.

"En el vehículo iban cinco niños, cuatro de ellos en la parte posterior. Ella baja a tres, los ingresa al establecimiento y posteriormente saca las mochilas que estaban en el portamaletas", detalló el poli.

"En ese momento se percata que en el vehículo que estaba estacionado junto a ella había una cartera abandonada, de una parvularia. Es así que se preocupa de la cartera y se olvida del menor", relató Opazo.

El comisario sostuvo que aparentemente el menor estaba durmiendo cuando la mujer bajó a los otros niños, y que "se presume culpa y no dolo", ya que no habría mala intención.