Debía ser una reunión en que primara la paz y la buena onda entre los presidentes de los partidos y el Gobierno. Pero parece que el menú del almuerzo del lunes en La Moneda tuvo una mezcla de filete odiosín con cabellos de ángel diabólicos, porque todos salieron más peleados que familión de teleserie.

Los dichos de Ena von Baer al concluir la comida, en que dijo que la Concerta estaba más pendiente de los problemas políticos que de los sociales, fueron los que prendieron como ají en el popín a la Opo.

El guaripola del PS, Osvaldo Andrade, señaló que "nosotros vamos con la mejor intención de escuchar al Presidente, y como resultado de aquello uno se encuentra con estas sorpresivas declaraciones de la ministra, uno siente que fue a hacer el loco, que esto fue un 'tongo', un show". Incluso calificó las declaraciones de la vocera como "un bando militar".

El senador PPD Ricardo Lagos Weber también entró a la pelea.

"Más que un tongo yo creo que fue un fiasco. En materia social no habló ni una palabra el Presidente. ¿Alguien escuchó a la vocera diciendo que propusieron algo del tope al posnatal o del 7 por ciento?", aliñó.

A su vez, el timonel de RN, Carlos Larraín, calificó de "ordinariez" las críticas.

Ena, "la rebelde", no se quedó calleuque y contraatacó: "Parafraseando al diputado Andrade podría decirle que esto es sin llorar y es muy distinto caer en las descalificaciones personales a transparentar algo que es real". ¿Recogerán el guante?