El Papa Benedicto XVI dijo que el Tratado de Paz suscrito por Chile y Argentina en 1984 fue "un ejemplo luminoso de la fuerza del espíritu humano y de la voluntad de paz frente a la barbarie y a la sinrazón de la  violencia y la guerra como medio para resolver las diferencias".

El Pontífice habló ante la presidentas de Argentina, Cristina Fernandez, y de Chile, Michele Bachelet a quienes recibió en una audiencia conjunta en sala Clementina del palacio del Vaticano al conmemorar en ciudad del Vaticano el 25 aniversario del Tratado de Paz que evitó una guerra entre Argentina y Chile por las islas Picton, Nueva y Lennox del canal de Beagle.

Previamente el Papa se reunió por cerca de quince minutos, por separado y a solas, con cada una de las mandatarias.

La de hoy, dijo Benedicto XVI, "es una oportuna y feliz conmemoración de aquellas intensas negociaciones que, con la mediación pontificia, concluyeron con una solución digna, razonable y ecuánime, evitando así un conflicto armado que estaba a punto de enfrentar a dos pueblos hermanos".

Agregó que el tratado "forma ya parte de la gran historia de dos nobles Naciones, pero también de toda América Latina" y "es un ejemplo luminoso de la fuerza del espíritu humano y de la voluntad de paz frente a la barbarie y la sinrazón de la violencia y la guerra como medio para resolver las diferencias".

El Sumo Pontífice elogió la "delicada y crucial" mediación de Juan Pablo II, de quien dijo que actuó "movido por sentimientos de afecto" hacia Argentina y Chile y "en sintonía con su incansable labor como mensajero y artífice de paz".

Tras el discurso que Benedicto XVI dirigió a las mandatarias latinoamericanas, ambas visitaron la tumba del fallecido Juan Pablo II donde depos

La visita de ambas mandatarias se concretó pocas horas después que los parlamentos de Argentina y de Chile, ratificaron un nuevo Tratado de Integración y Cooperación que profundiza las relaciones bilaterales, firmado hace dos semanas en Maipú.