En San Bernardo debutó el primer paradero del Transantiago iluminado con energía solar, para que los malandras no se amparen en la oscuridad de la noche para colgar a gente inocente.

En las afueras del Hospital El Pino nadie más esperará la micro del Transantiago en una boca de lobo. ¿La razón? En la entradita del centro asistencial de la zona sur de la capital se chantó el primer paradero iluminado por obra y gracia del caregallo. Según el ministerio de Transportes, la idea es que la barra pop de a pie en "San Beca" cuente con más seguridad mientras espera cualquiera de los 4 recorridos.

El chiche, que pretende replicarse en otras comunas de Santiago funciona con un sistema de baterías que acumula la energía cosechada durante las horas del día.

Tiene un sistema de iluminación eficiente del tipo LED que se ubica en el techo del refugio para iluminar la zona de espera. La gracia es que ilumine toda la noche, sobre todo en invierno.

Para evitar que las gárgolas jugosas vandalicen o se pelen los paraderos, las piezas y partes fueron marcadas y registradas.

"De aquí a fin de año, tendremos cien paraderos con paneles solares instalados en comunas como San Bernardo, Cerro Navia, Huechuraba, La Florida, La Pintana, Maipú, Peñalolén, Pudahuel, Puente Alto, Quilicura y Renca", explicó el ministro del ramo Pedro Pablo Errázuriz.

Para el caporal, los paraderos están en onda con el medioambiente y pretenden ser un ahorro económico para las munis.

"No me cabe duda que los vecinos cuidarán este refugio iluminado", remató.