Cinco años y un día a la sombra tendrá que pasar un soldador de 24 años condenado por chorear desde la guantera de un taxi colectivo una miserable gamba y una lapicera plateada marca Parker.

Daniel Ernesto Rojas Jabre fue encontrado culpable por el Tribunal Oral en lo Penal de Arica y debe cumplir la pena de forma efectiva en la cana.

La madrugada del 27 de noviembre de 2010, Rojas ingresó a la mala a un inmueble ubicado en la calle San Miguel y desde el toco estacionado en la propiedad sustrajo la mísera gamba y el lápiz.

El ladrón fue sorprendido por los dueños de casa al momento que se fugaba. Rojas fue finalmente detenido por efectivos de Carabineros cuando se encontraba oculto debajo de un vehículo 4X4 que permanecía estacionado.

En el juicio, el acusado -para quien la Fiscalía había pedido ocho años de cárcel- pidió perdón a los presentes y aseguró que ahora es cristiano e hijo de Dios.

Dijo que el día de los hechos andaba de carrete y al regresar a su hogar se encontró con un compadre que tenía un arma, por lo que corrió y se escondió en el toco donde lo pillaron los policías.

Detalló que en el malón consumió pasta base y señaló que el lápiz estaba en su hogar y que lo quería usar como pipa.

En el juicio la Fiscalía entregó datelis de otras cinco condenas que pesan sobre el delincuente. Se trata de tres sentencias por delitos de robo en lugar no habitado y dos por causas de robo en bienes nacionales de uso público.

El jefe subrogante de la Fiscalía Local de Arica, Carlos Eltit, indicó que la acción de Rojas también "puso en peligro la integridad física, la vida y afectó la privacidad de las personas".