Cuando afuera de la Estación Central no quedaban ni un mísero carrito de sopaipas, pasadas las 2 y media de la mañana, llegó el tren de Linares que debía llegar a las 12. ¡Ni el Transantiago alcanzaron a tomar!

Más de 160 personas se quedaron sin poder seguir su viaje cerca de Curicó, después que el patefierro quedó nocaut. Ni siquiera pudieron jugar cartas, ya que la luz se cortó en el tren, igual que el aire acondicionado.

"Están todas las puertas cerradas, no se puede salir del tren, estamos sin aire acondicionado, sin luz; hay niños llorando, hay gente con ganas de vomitar. Es súper complicado", verseó uno de los pasajeros a Radio Cooperativa.

Los pasajeros tuvieron que esperar que llegara un tren desde Santiago para hacerles la paleteada de llevarlos a su destino. Según las primeras versiones, el patefierro se quedó en panne por culpa de cumejas que se pelaron parte del tendido eléctrico.