Patricia (44) es una asesora del hogar de Puente Alto que estaba desesperada por encontrar pega. Llevaba 5 meses sin laburo, cuando apareció su oportunidad y se la jugó a concho por conservarla, incluso a riesgo de su vida.

Madre de cinco hijos, ofreció sus servicios a través de un mural instalado en el supermercado Unimarc de Tobalaba. Porque Dios es grande, la señora Rosario Bunster (65), quien habita uno de los dos departamentos del octavo piso del edificio ubicado en calle Carmencita, de Las Condes, vio el aviso, la llamó y la citó el lunes pasado para probarla en la pega. Como la profesional del aseo anduvo como avión, se le pidió que volviera el miércoles con la posibilidad de trabajar tres días a la semana en el lugar. Pati llegó a las 8.30 y cumplía con su segundo día de laburo, cuando decidió jugársela por limpiar los vidrios exteriores del depa.

Peligrosamente éstos no daban hacia el balcón, sino a una cornisa de 20 centímetros. Mientras estaba métale sacar brillo, una testigo que disfrutaba en un restaurante japonés ubicado frente al edificio la fotografió en plena labor. ¡A más de 20 metros de altura! "Lo hice por iniciativa propia. Soy sola y tengo que mantener a cinco hijos. Cualquier nana se arriesga más de la cuenta por su pega. Todas nos sacamos la mugre. Muchos no conocen el sacrificio de las nanas, pero llevo cinco meses sin trabajar", contó a La Cuarta la sencilla, pero aperrada mujer.

"Claro que sentí un poquito de miedo, pero había que hacer un buen trabajo. Primera vez que lo hago en este edificio. No pensé en caerme. Lo hice por mi familia, necesito la pega, porque hay deudas de hospital, arriendos y de los hijos", agregó Patricia, que viene saliendo de un atropello. El diario pop conversó con la señora que la contrató, quien se mostró sorprendida por la diligencia de su fámula. "Ella es muy limpia. Es una súper nana. El segundo día que vino limpió toda la casa. Claro que con lo que hizo me dejó ¡plop! Casi me do un infarto cuando la vi limpiando la logia y se afirmaba del techito. La agarré del delantal", comentó Rosario, su empleadora.

Añade que cuando la vio, la súper nana le pidió que no entrara a la cocina: "Me dijo que le gustaba limpiar sola, porque se podía desconcentrar. Necesitaba mucho el trabajo". Su nieta Josefina señaló un poco en broma que la asesora del hogar "es una súper nana, súper aperrada. Es Patricia Araña". El conserje del edificio de Carmencita, Óscar Saavedra, recibió a la asesora doméstica el lunes en la mañana, cuando venía por primera vez a presentarse a su trabajo. Dice que la encontró muy interesada. "Se nota que es esforzada. Me dijo 'ojalá me vaya bien, necesito trabajar'. Yo creo que se la jugó toda".