Existen enfermedades que merecen la muerte por los estragos que provocan a su paso.

Estas patologías criminales están integradas por achaques de tenebroso prontuario clínico, virulentos en su saña homicida y crueles en sus métodos de exterminio. Su modus operandi es conocido de sobra por los especialistas: Cuando no matan al primer intento, dejan a sus víctimas con dolorosas secuelas que transforman su precaria sobrevida en un insoportable calvario de dolor, invalidez y deterioro moral y económico.

Éste es el caso de Patricio Alejandro Soto Álvarez, quien, a pesar de tener 19 años, pesa 17 kilos y mide 80 centímetros.

Patito nació llorón y normal, como cualquiera guagua el 23 de diciembre de 1990.

Su madre, María Eugenia, lo recibió como un regalo de Navidad, sin sospechar lo que le aguardaba el destino cuando el chicoco cumplió 4 años.

"A esa edad me di cuenta de que el niño se quejaba al caminar. Se restregaba las rodillas. Cuando se le hincharon las manos, lo llevé al Hospital de Rancagua. Allí le diagnosticaron un estado febril y lo devolvieron a la casa, pero luego se le hincharon los pies", relata.

Así comenzó el Vía Crucis de doña María, jefe de hogar y madre de siete niños.

Cuando Patito ya no pudo ponerse de pie, su familia consiguió que lo examinaran en el Hospital de Niños Exequiel González Cortés, de Santiago, donde en rueda de reconocimiento los médicos identificaron, sin lugar a dudas, a los maleantes que se habían ensañado con el cuerpo de Patricio Soto: La artritis reumatoide y la osteoporosis.

Para enfrentar el mal su madre tuvo que vender lo único que poseía en el mundo, aparte de su numerosa prole: El departamento familiar.

En la actualidad vive de la ayuda de algunos de sus hijos mayores que trabajan como temporeros y de una pensión de 46 lucas que le asignó Papá Fisco al enfermo.

El sueño de la madre es que reciba una pensión completa, una silla de ruedas con motor y que la ayuden a conseguir una casita, porque por estos días vive de allegada en una casa de la población San Elena, en San Fernando.

- ¿Y con qué sueña Patricio?

- Con un computador, para aprender y entretenerse.

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune, caracterizada por provocar inflamación crónica de las articulaciones, que produce destrucción progresiva con distintos grados de deformidad e incapacidad funcional. En ocasiones su comportamiento es extraarticular: Puede causar daños en cartílagos, huesos, tendones y ligamentos de las articulaciones, y afectar a diversos órganos y sistemas, como ojos, pulmones, corazón, piel o vasos.

Si alguien desea darle una mano a Pato sólo tiene que llamar al 8-8558392, teléfono de encargos.

J. Pinto/M.Vega