Al ritmo cumbianchero de "La piragua", "La gallina" y del "Perro Jerry Lewis" se inauguró en la ex Penitenciaría una sarta de tocatas caneras que les endulzará el pepino a los cabros que ven cómo se les va la vida tras los barrotes, igual que los pobres canarios.

Ayer en la mañana los muchachos de la calle 13 fueron los primeros en vacilar con las cumbias de la banda "Patricio Cobarde", los boleros de Carloncho Blanco y con el coro del penal de Talagantito, el mismo que se lució en la tele.

"El choro andino", "Qué linda secretaria" y hasta la versión tropical de "La guerra de las galaxias" hicieron moverse como gusanos con sal a los muchachos que repletaron la multi.

Pato Letelier -rematado por robo con violencia- aguantó sentado dos canciones hasta que escuchó la cumbia "Traicionera" y saltó como resorte a bailar frente al escenario.

"Desde chico me gustó bailar y ahora que uno está preso hay que aprovechar de distraerse para no pensar en otras cosas. Tengo que hacer 10 años de cárcel y llevo 5. También voy a clases de zampoña, baile, teatro y estoy sacando primero, segundo y tercero básico", contó el ñato.

Mientras la calle 13 entera loreaba la pomaíta de "Patricio Cobarde", el dire de Gendarmería, Alejandro Jiménez, dijo que en los próximos 2 meses todos los penales de la capital y la Quinta Región recibirán la visita del colectivo "Músicos en el nombre de Chile".

Se trata de un proyecto que pretende alimentar con ritmo el alma de los caneros viejos y jóvenes. "La música es un bálsamo para el alma y como hay una parte de ellos que siempre quiere ser libre hemos aceptado esta idea porque la música logra liberarlos y unirlos", dijo Jiménez.

A nombre de la organización "Músicos en el nombre de Chile", Fabiola Antonucci habló bonito y les recordó a los reos que "la música derriba hasta los muros más altos y es capaz de llevarlos más allá de su encierro".