Una de las primeras conversaciones entre Don Pato y la señora Leonor Oyarzún versó sobre un anillo de compromiso que la entonces jovencita lucía.

Fue en una fiesta de Año Nuevo, ella le explicó que a pesar de usarlo estaba soltera porque se lo había dado un antiguo amor que había fallecido, entonces el joven abogado se puso en campaña para conquistar a la chiquilla que se convertiría en la mujer de su vida.

Diez meses después, el 29 de septiembre de 1948, se casaron, vivieron los primeros meses en San Beca y luego en Santiago, donde tuvieron seguiditos a Mariana, Isabel Margarita, Miguel Patricio, José y Francisco.

Su hijo Pancho contó que la última noche de Don Pato durmió junto a su amada tomados de la mano.

El yerno de los ancianos, el senador Manuel Antonio Matta, contó que el difunto líder político “aún cuando le faltaban las fuerzas, abrazó a la señora Leonor e incluso le dio un beso, me imagino que puede haber sido su beso de despedida, porque él tenía sus momentos de consciencia”.

Cuando Don Pato fue electo, su mujer señaló que “hemos hecho una vida muy compartida, en que ninguno ha sobreprotegido al otro. Me preocupo de sus cosas, de que tenga todo lo que necesite. Y lo acompaño mucho”.