Piden identificar a los pilotos que atacaron La Moneda

Quizás uno de los secretos mejor guardados acerca del 11 de septiembre de 1973 podría ser oficialmente revelado, si es que la justicia ordena a los organismos competentes dar a conocer los nombres de los pilotos de la Fach que bombardearon el palacio presidencial, con Salvador Allende en su interior.
El pedido lo hizo el abogado Roberto Ávila Toledo, que representa a una serie de profesionales que se querellaron en este caso.
El escrito pretende que el Ministro de Defensa oficie a la Fuerza Aérea para que ésta entregue los nombres de los pilotos de los aviones Hawker Hunter que ese día dejaron caer sus rockets sobre el frente norte del palacio de gobierno.
La solicitud se hizo en la oficina del ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza, quien lleva la causa en la que se investiga la muerte de don Chicho.
El abogado Ávila sumó al escrito una serie de fotografías en que se registra el bombardeo a La Moneda y audios entre los pilotos y el mando.
Si el juez Carroza acepta el oficio será enviado al ministro de Defensa, Andrés Allamand, para que lo responda.
El abogado señaló que el sentido de la acción es porque "el bombardeo a La Moneda se constituye en sí mismo en el delito de homicidio calificado en grado de frustrado, independientemente de las circunstancias en que el presidente Allende muriera en definitiva. Son dos hechos jurídicamente independientes y el primero de acuerdo al artículo 7 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional suscrito por Chile es un delito de lesa Humanidad; imprescriptible e inamistiable".
En 1999 la periodista Mónica Gónzalez escribió para el diario che Clarín el artículo "Los detalles secretos del bombardeo a La Moneda", donde señalaba que el general (R) Mario López Tobar, quien alcanzó un alto rango en el generalato aguilucho, lanzaría un libro donde daría detalles de la misión encomendada el 11 de septiembre.
El libro en cuestión se llamó "El 11 En La Mira De Un Hawker Hunter. Las Operaciones Y Blancos Aéreos De Septiembre De 1973". Bajó el nombre de guerra "Libra", López Tobar relata lo que fue ese día, sobre todo al considerar que fue uno de los jefes que comandaron las maniobras.
En su artículo para Clarín, Mónica González sostiene que como ninguno de los métodos para amedrentar a Allende funcionó, como el que los aviones rompieran la barrera del sonido, "el general Gustavo Leigh, integrante de la Junta de Gobierno y comandante en jefe de la aeronáutica, dio inicio al bombardeo desde la Academia de Guerra Aérea en Santiago, donde estaba ubicado su puesto de mando secreto. La orden llegó hasta Concepción, adonde se habían llevado días antes y en el más completo secreto los aviones Hawker Hunter. A sólo 30 minutos de Santiago los aviones despegaron bajo el mando de Libra. Su segundo era Rufián, nombre de guerra del general Fernando Rojas Vender", quien llegó a ser comandante en jefe de la Fach.
La periodista relata que "fueron 18 cohetes en casi 20 minutos. Al interior del Palacio, el documento del Acta de la Independencia era salvado por el propio Allende de las llamas que avanzaban. Desde todos los rincones de Santiago, millones de chilenos contemplaron estupefactos la escena dantesca". Luego de eso los nombres del resto de los pilotos se han mantenido en secreto.






