Cuando Pablo Pozo hizo sonar el pito decretando el final del partido, tres cosas quedaron claras en el Santa Laura: Que a los barristas se les hicieron agua las neuronas, que la cabeza de arriba de Olivera está bendita y que Miguel Pinto merece un monumento.

Sí, pues el capitán del Bulla tuvo un par de intervenciones notables ante Ramírez y Estévez, justito cuando la Unión buscaba el empate. ¿Razón suficiente para desordenarse? Oh, yes. Miguelito fue figura y al final levantó la copa con la "U". ¿Qué más podía pedir?

Por eso, cuando el meta le quitó el "mic" a un reportero de Mega, nadie lo paró. Era su gran momento. "Es fácil esta pega, poh", dijo entre risas y echó la talla frente a las cámaras con Marco Estrada y José Contreras. Claro que después de robarse una corbata, contó que "la 'U' fue un justo campeón" y le dedicó el triunfo a Juan, su hermano gemelo.

"LO LLEVABA EN EL COCHE A LA CANCHA"

Sólo una persona estaba más feliz que Miguel Pinto. ¿Quién? Miguel Pinto. No, no crea que cenamos alucinógenos ayer, simplemente se trata del papá del portero, quien acompañó al capitán del Bulla hasta en los camarines. "Estoy feliz, orgulloso de lo que ha conseguido. Menos mal que siempre lo apoyé en el fútbol. De hecho, yo jugaba a la pelota y lo llevaba a la cancha, lo dejaba en el coche", comentó el taita, quien sopló que su hijo "era malito como delantero, ja, ja, ja".