Completamente cercenados resultaron ambas extremidades de Luis Rubén Escobar Moraga (61), luego de ser ferozmente atacado por su perro Pitbull.

Cansado de sufrir asaltos en su taller de mueblería en Quinta Normal, don Luis tomó la decisión de adoptar un cachorrito pitbull que defendiera sus pertenencias de los amigos de lo ajeno.

Según moradores aledaños a su taller, durante 5 años lo cuidó, lo alimentó y lo vio convertirse en un fuerte y musculoso perro guardián.

La bella relación gestada entre amo y can, terminó de la peor forma.

Cerca de las 9 de la noche del viernes, el perro perseguía un minino igual que en los dibujos animados. Don Luis se metió entre ambos a defender al gato y el can, picado, arremetió con toda su furia contra el hombrón, según contó Luis Curimil, vecino que presenció los hechos.

"Nosotros estábamos en nuestra casa y escuchamos que alguien gritaba al lado pidiendo ayuda. Al darme cuenta quién era, salí con un fierro a defenderlo. El perro también me botó a mí", señala Curimil.

"Cuando llegué, prácticamente le tenía cortado los brazos", describió el vecino héroe, quién también sufrió lesiones en sus brazos producto de su valiente acción.

Según el diagnóstico del doctor Julio Botello, jefe de turno de la unidad de urgencia del Hospital Traumatológico de Santiago, donde Escobar permanece internado en la UTI, las lesiones son graves.

"Presenta daño muscular, pérdida de piel y ausencia ósea en ambos antebrazos, en los que además no se registra presencia de oxígeno. Eso significa que corre grave riesgo de amputación", señaló el especialista.

Hasta ayer, mientras el equipo médico decidía sí era posible rescatar las extremidades o amputar, Don Luis recibió tratamiento con antibióticos y se le realizaron transfusiones para evitar daño neurológico .

Raúl Gajardo, el sicólogo de canes y felinos, más conocido como "El encantador de perros chilensis", asegura que en los ataques caninos el dueño del animal siempre tiene un grado de responsabilidad por "la manera en que lo crió".

El capo de los cachupines señala que "los perros obedecen a una jerarquía donde el amo siempre es el líder de la manada. Para que desconociera esa autoridad, lo más probable es que pasara mucho tiempo solo y estuviera estresado".

Para el "loquero" de perritos, Escobar sufrió un "ataque por depredación".  "Debe tratarse de un pitbull de carácter frustrado, sin ejercicio que vio en el gato una presa y en su  amo un estorbo", describe.

El especialista en conducta perruna aconseja fijarse bien en nuestras capacidades antes de adoptar una raza determinada.