Con la chasca del Seba Beccacece ya bajo tierra, la guillotina del fútbol chileno sigue hambrienta, y lentamente comienza a mirar hacia Macul en busca de una nueva víctima.

No olvide que el DT del Cacique, Pablo Guede, sigue completamente cuestionado, y a los malos resultados en el Apertura se suma el hecho de que la semana pasada el Eterno perdió la brújula en Copa Chile, donde cayó sin apelación ante Huachipato.

Sí, todo apunta a una nueva crisis blanca, pero nones. En la Ruca, el gerente deportivo, Óscar Meneses, jura de guata que todo es una taza de leche, y se llegó a poner crespo cuando ayer en rueda de prensa se comparó el actual momento del Colo con lo que está viviendo la "U", y que significó la salida del estratega azul.

"En lo mediático se genera algo particular con Colo Colo, porque la gente igual aplaude, no sale puteando. Hay una dicotomía en torno a Colo Colo, que no la quiero comparar con nadie, pero siento que todavía los hinchas siguen creyendo en lo que se está haciendo acá", dijo el ex DT de Audax.

Y agregó: "La única crisis que vivimos es la de resultados, y aunque todos sabemos que eso manda, hay un sustento que es el trabajo, el profesionalismo y eso te respalda a decir que las cosas van a salir bien".

Finalmente, para ratificar su nula autocrítica, Meneses culpó a los árbitros por los malos resultados del Eterno. "Los dos penales que no nos cobran contra Antofagasta, el de Rivero y el de Copa Chile, son evidentes, que no le permiten al jugador definir... Sin entrar en la excusa, si a nosotros nos hubiesen cobrado esos dos penales, quizás tendríamos más puntos", remachó con una lágrima en la mejilla el hombre, que ve en el pleito con Wanderers la ocasión ideal para volver a los abrazos.