Quemado con mayúscula parece estar el delantero de Antofagasta Eduardo Arancibia, luego de su violento cabezazo con el cobresalino Víctor Oyarzún la noche del miércoles.

Es que mientras el capitán de los del cobre, que en un principio presentó desmayos y convulsiones en la cancha, se fue pa' la casa sólo con cinco puntos en la maceta del Hospital Regional, el popular "Pollito" acabó en el quirófano con veinte puntos en la frente y una cotota intervención a la clavícula, que lo tendrá como mínimo dos meses fuera de los pastos.

La idea de la intervenciónfue repararle una disyunción acromio clavicular, traducida más enredadamente por el kine de los "Pumas", Lee Harvey, como un daño al ligamento acromión y a la clavícula. En chileno, duele más que la cresta la lesera.

Al menos podrá recuperarse tranquilamente antes del inicio del próximo torneo, pues Antofagasta no estará en los playoffs.

La pierna del ex azul, Angie, contó al diario pop que "la verdad es que el susto más grande lo tuvo tras el choque, ya que al caer al pasto se quiso parar pero sus músculos estaban casi inmóviles".

Mientras que el Pollo, cuando recuperó el don de la palabra, relató en exclusiva a La Cuarta, la que cura, que "si no es por un amigo que llamó a la ambulancia, todavía me estaría cagando de frío en el estadio". Para no creerlo, eh